Los fondos de inversión extranjeros vuelven a poner el foco en el Valencia

Que el nuevo gobierno municipal haya hecho un viraje importante en la estrategia que se seguía hasta para llegar a un acuerdo con el Valencia para firmar el nuevo convenio urbanístico y reactivar así las obras del nuevo Mestalla ha hecho que casi de inmediato se enciendan los focos y el club vuelva a ser objeto de interés en el mercado inversor. En su día, Elliot Management y Apollo Global Management tuvieron contactos. Hace poco Tebas dijo no saber nada y ayer mismo, sin embargo, un especialista en este tipo de operaciones reconocía a este diario que las dudas respecto a las posibles soluciones urbanísticas habían echado para atrás a algunos de los fondos que se habían interesado por conocer las opciones de inversión.

El Valencia, por historia, es un club apetitoso más allá de las deudas y de los condicionantes que habría que salvar con Caixabank para el cambio de manos. Otra cosa es que el valencianismo haya escarmentado ya y después de lo que ha experimentado con Meriton se decidiera a alzar la voz para evitar que otras manos extranjeras cogieran los manos de la sociedad. Pero mientras este último apunte sólo esté fundamentado en la lucha contra Lim y no vaya más allá, la decisión de Meriton de a quién vender sólo estará condicionada por el precio de venta y por la luz verde de Caixabank. Que Lim no quiere vender es algo que se ha cansado de repetirlo una y otra vez Layhoon, y a buen seguro en la próxima junta –no hay prevista comparecencia hasta entonces de la presidenta– la dirigente se mantendrá fiel al guion. Pero es verdad que aunque dijo aquello de «mucho, mucho tiempo» en referencia a cuánto tiempo pensaba quedarse, los años van pasando y de los cinco que pronosticaba como margen correcto la Fundación, va camino ya de duplicarlo.

Si el Ayuntamiento firma el convenio con el club y se reanuda la obra del nuevo Mestalla, el atractivo del Valencia será mayor. Y más para el príncipe heredero de Arabia Saudí cuya fortuna personal según la última estimación de Forbes rondaría los 5.000 millones de euros. De Lim hay muchas sombras en lo que a algunas de sus empresas se refiere –Zorío ha denunciado sus paraísos fiscales– pero desde luego de Mohammed bin Salman hay turbulencias de mayor calado.

La propuesta de De Torino

Cuando Juan Martín Queralt se reunió la semana pasada con el concejal Marí Olano para solicitarle formalmente y por escrito más tiempo antes de que firmara el convenio con el Valencia, buena parte del equipo de trabajo de De Torino a Mestalla trabajaba en encontrar la fórmula ideal para poner en práctica esa iniciativa, que pretende hacer un llamamiento general a la afición del Valencia para que sea ésta la que dé de verdad un paso adelante, más allá de las manifestaciones populares y protestas.

De Torino considera que el Ayuntamiento no debe facilitar el acuerdo urbanístico con el club precisamente para evitar que Peter Lim pueda hacer negocio con el terciario aunque eso le sirva también para adoptar una mejor predisposición en vender su paquete accionarial y marcharse. De Torino a Mestalla quiere saber cuántos aficionados y cuánto dinero estarían dispuestos a poner para hacerse con las acciones de Meriton. Esta cruzada es posiblemente el último intento popular de que el valencianismo recupere el club.

El éxito o no de esta iniciativa va a depender no sólo de las primeras respuestas que obtengan sino de la postura que puedan adoptar al respecto las autoridades. De momento, uno de los primeros pasos que se están dando es el de iniciar el proceso para la creación de una Sociedad que sirva para canalizar ese dinero que los valencianistas tendrían que depositar en el banco. El dinero, lógicamente, en el caso de no fructificar el intento de compra retornaría a sus propietarios sin ningún coste.