Los 'fracasados' de Gattuso

Una corazonada de Monchi. A Justin Kluivert lo llevó a la Roma el actual director deportivo del Sevilla, entonces jefe de los 'giallorossi'. Después estuvo cedido en el Leipzig y el Niza porque Mourinho no lo veía. Pues bien, en El Sadar marcó en una vaselina a media altura con la izquierda ante la salida de Sergio Herrera. Después sirvió, desde la derecha, sendos pases de gol desaprovechados por Cavani y por Lino. Es un extremo eléctrico, con regate y pase, de 23 años, cedido por el Roma y con una opción de compra para el VCF de 15 millones.

Acabado Cavani. El delantero uruguayo, de 35 años, venía de casi un año en blanco en el United, en el crepúsculo de su carrera. Y todavía no se ha estrenado en España como goleador, falló un penalti ante Osasuna, pero hemos descubierto un jugador más completo capaz de pasar, templar y mandar. Su servicio en profundidad a Kluivert en el primer gol valencianista es digno de los mejores pasadores. Los goles, irán llegando.

Befa con Diakhaby. No ha habido defensa más ridiculizado en los últimos años en Mestalla que el central francés Diakhaby. Pintaba desgarbado y cometía errores clamorosos, impropios de un profesional. Gattuso lo ha hecho sentirse Beckenbauer y hoy ya es el primer central del VCF. Le falta acabar con el infantilismo por el que se llevó la roja el viernes en El Sadar por las protestas. Propició la colérica patada al frigorífico de Gattuso. Junto a Diakhaby, Cömert también resulta un defensa decente y no el tuercebotas del pasado ejercicio.

Versatilidad en la medular. Hasta cuatro mediocentros ocuparon el eje de la medular ante Osasuna: Hugo Guillamón, Musah, Ilaix y (el más técnico) Almeida. Gattuso se permitió el lujo de probar con Lato como volante izquierdo, a la manera de Lahm con Guardiola, y el canterano disfrutó de unos magníficos minutos. Al capitán Gayà no lo mueve del lateral izquierdo ni una grúa.

Mendigos de fútbol. Como ya advirtió Eduardo Galeano, los aficionados (y más los de Mestalla), vamos mendigando algo de fútbol. Ya hemos visto más del Valencia en estas ocho jornadas que en toda la temporada pasada. ¡La matraca que dio el pasado curso el propio club con el adn valencianista! Parecía que el Valencia, por tradición, solo podía jugar con un despliegue bronco y copero. El equipo de Mestalla ha actuado con el frac en diferentes etapas. Hubo momentos brillantes con el campeón de Liga de Di Stéfano (Claramunt era un mago), con Ranieri, Cúper y Benítez, por no hablar del 'made in Valencia' de Guus Hiddink, acuñado por el añorado Michael Robinson, sin que eso signifique prescindir de la pasión, el ritmo ni la seriedad defensiva. El Valencia y la estética son perfectamente compatibles.