Urgente La jueza de Catarroja cita a Pradas y Argüeso el 11 de abril a declarar por su actuación el día de la dana
Joan Cotino vio en Australia la oportunidad de trabajar como entrenador y aprender inglés, hace tres años que no regresa J. C.
FÚTBOL

El fútbol y la crisis visto desde las antípodas

Joan Cotino nació en Xirivella y dirige un equipo en Australia, desde donde sigue con preocupación el avance de la epidemia en España

Lourdes Martí

Valencia

Miércoles, 18 de marzo 2020, 18:01

Joan Cotino se levanta cada día a las 6 de la malaba. Ningún madrugón para él: «Soy un Aussie más». Un australiano nacido en Xirivella. Tiene 25 años y hace tres que no vuelve a casa. En el país que todo el mundo relaciona con koalas y canguros, vio la oportunidad de desarrollarse como entrenador y aprender inglés. Amanece en Queensland cuando España se apaga. El valenciano asiste a merced del huso horario al azote del coronavirus al Viejo Continente. Está especialmente «preocupado» por sus familiares, sobre todo los de más «edad avanzada». A expensas de las «nuevas medidas» que van tomando las autoridades día tras día, Joan mantiene la calma. Vive rodeado de personas («desde los más pequeños a los mayores») acostumbradas a afrontar situaciones complicadas: «Hemos vivido incendios, inundaciones, temperaturas extremas...», enumera.

Publicidad

Ese carácter se ve reflejado en los vestuarios que dirige de la academia del Gold Coast Knights y en el primer equipo del club, en el que ejerce de ayudante: «La manera en la que afrontan las cosas nos facilita mucho la labor a los técnicos». A nadie se le escapan las crueles imágenes de los últimos incendios que arrasaron parte de Australia hace apenas unos meses: «Tuve 'suerte' porque vivo en primera línea de mar y no llegaron a propagarse hacia aquí, pero en el interior la gente lo ha perdido todo. Hay lugares que eran lo más parecido a estar en el infierno, nunca vi nada igual».

Joan, quien ya ha asumido que deberá deletrear su nombre cada vez que se presente para que se lo escriban bien, es testigo del interés que en Australia tienen del fútbol «soccer» europeo: «Me suelen hacer muchas preguntas sobre cómo es la vida allí (en España) más allá del deporte, también me cuestionan sobre la cultura, por ejemplo».

A la competición española le une un vínculo sentimental con el Valencia, club del que siempre fue y que sigue cuando le es posible. El otro nexo con la Liga es laboral, porque Joan trabaja para el Real Madrid: «Ayudo en la realización de campus de fútbol por Australia, desempeño la función de ayudante del entrenador principal. Básicamente mostramos cómo es la metodología de trabajo en España». La estrategia allí es muy diferente: «Aquí se primera y busca mucho más el trabajo individual, desde la tecnificación hasta otro tipo de situaciones». También son diferentes las sensaciones en los partidos. El fútbol es un deporte incipiente. Destaca «el respeto y la nobleza»: «Esto se debe a que deportes como el rugby son los más populares aquí, de una manera u otra esto se copia y transmite al fútbol». Aunque el «ambiente» y el número de espectadores en Europa, y España, es todavía un anhelo, hay cosas que no tienen nada que envidiar: «Aquí está el VAR y es curioso porque funciona mejor que en España».

En una lista de entrenadores precoces, Joan, es de los que ocuparía el top-10. Antes de los 20 años ya tenía el nivel 3. Entrenó en categorías inferiores del Valencia, Xirivella, Torrent o la Selección Femenina. Acostumbrado a dirigir a personas que, en ocasiones le han doblado la edad, no considera trascendental la fecha de nacimiento. «Asombrar no depende de los años que tengas, no quiero que se mal interprete, pero creo firmemente que si una persona está preparada, no importa nada más». No se considera el único: «Hay muchos técnicos preparados para afrontar nuevos desafíos, algunas veces las oportunidades no llegan por una razón u otra». Él agradece la confianza que en él depositó el Recambios Colón en 2016 cuando apenas contaba con 22 años. El equipo de Catarroja se jugaba la permanencia en Tercera División y no dudó en apostar por él: «Les estoy muy agradecido a por haber confiado en mí en aquel momento de la temporada. Me introdujo en el fútbol semi-profesional y me dejó dirigir al equipo en una situación un poco complicada. Aprendí muchísimo». Su pasión por el fútbol y la oportunidad de dedicarse a entrenar se la debe a su padre, Vicente Cotino, un hombre entregado en la categoría regional: «Siempre me animó a sacarme los cursos de entrenador y por supuesto el que los pagó. Yo no podía hacer frente a los costos tan altos que supone sacarse los tres niveles».

Publicidad

Hace tres años que Joan no pisa su Xirivella natal. No sabe cuándo volverá a hacerlo. No descarta regresar si llega «alguna oportunidad laboral»: «Estoy listo para afrontar cualquier reto» Aunque antes de ponerse a trabajar, no faltará una visita a los suyos y el disfrute de una comida española: «Es lo que a veces más se echa de menos», concluye el joven valenciano.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad