La enfermería parece que empieza a vaciarse. Poco a poco eso sí. Ayer, en el día que la plantilla del Valencia volvía a ejercitarse en Paterna tras los dos días de descanso que concedió Javi Gracia, la novedad fue observar sobre el terreno de juego a Cillessen pero sobre todo a Gabriel Paulista. El central todavía está en un proceso intermedio de su rehabilitación pero es buena señal que al menos una ligera parte ya trabajó con el resto de compañeros.
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Falta todavía por sumarse Kevin Gameiro, el único que de esta forma queda todavía bajo la supervisión médica en una fase algo más retrasada. El delantero no está teniendo desde luego un buen año en cuanto a su rendimiento personal. De hecho, salvo Cillessen que tuvo que pasar por el quirófano, el galo es el futbolista de la plantilla que más partidos se ha perdido en lo que va de temporada. Para él, este curso está siendo bastante impertinente porque hasta 8 encuentros ha estado de bajo en tres periodos diferentes. Las dos primeras jornadas de Liga ya se las perdió. En diciembre estuvo cuatro partidos de baja por culpa del isquio y tras caer contra el Cádiz lesionado, lleva otros dos partidos de baja, también por un problema en el isquiotibial de su pierna izquierda.
A sus 33 años, Gameiro está acusando esta extraña temporada, en la que el trabajo de verano se ha visto seriamente alterado y muchos futbolistas están padeciendo problemas musculares: En caso del francés, el isquio es lo que siempre le ha traído de cabeza y justo cuando en Granada dio muestras de estar muy inspirado y no sólo por el gol que consiguió, de nuevo vuelta a empezar. Con Maxi sufriendo por culpa de la rodilla, el contratiempo del galo todavía adquiere más trascendencia. Acaba contrato como blanquinegro el próximo mes de junio y se especuló incluso que pudiera salir del Valencia para que así el club de Mestalla pudiera al menos coger un pellizco de los 16 millones que costó en su momento. Gameiro, además, tiene una de las fichas más importantes de la plantilla pero siempre ha tenido muy difícil gozar de cierta continuidad en el once precisamente por sus problemas físicos. La temporada pasada, por ejemplo, hasta cuatro parones tuvo que realizar para pasar por la enfermería. Su rendimiento, en cambio, sí fue óptimo el primer año de su estancia como valencianista: 2018-19. Marcó en la final de Copa.
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