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A Gattuso le sentó a cuerno quemado que en rueda de prensa en la ciudad deportiva de Paterna le recordaran las palabras del espanyolista Darder cuando confesaba en televisión nada más acabar el partido en el RCDE Stadium que sabían que el Valencia iba a dar concesiones atrás. Al italiano le cambió la cara, torció el gesto y endureció el tono de voz para responder sobre este asunto, negando una y otra vez al periodista que le hizo la pregunta que la situación fuera tal y como la describió el talentoso centrocampista del equipo catalán. El problema es que el Valencia lleva cinco goles encajados en los últimos tres partidos y todo el botín y la felicidad que se logró cuando se ganó en Pamplona, estuvo a punto de dilapidarse contra el colista este sábado pasado.
Lo que hizo en esta jornada el Elche, pese a todos los miedos del mundo que exhibió en el primer tiempo y su reconversión tras el descanso, fue dejar al descubierto en esa segunda parte la falta de costura y equilibrio que tiene el Valencia. Todo lo bueno que genera el equipo de Gattuso de medio del campo para adelante y que demostró de manera sobrado en el primer acto, lo sufre en cambio en la parte de atrás como se comprobó tras la reanudación. Y no porque el Elche llegara una y otra vez al área de Mamardashvili; el matiz es que cuando llegó, lo hizo de manera bastante evidente.
Sólo hay que ver la comparativa de uno y otro equipo: 8 remates a puerta para el Valencia, 2 goles; 6 remates a portería por parte del Elche, 2 goles... y no fueron tres tantos por el gravísimo error del colegiado al anularle el remate a Nico Fernández. Algo no termina de cuadrar en estos dos últimos episodios de la temporada. De hecho, en Pamplona pasó algo muy parecido aunque esos tres puntos que vinieron sepultaron esa reflexión. Ganó el Valencia 1-2, pero para marcar esos dos goles necesitó de 7 remates a portería. Osasuna, en cambio, sólo tuvo que esforzarse dos veces para hacer un gol. A la afición, eso sí, le compensa esa predisposición que tiene el italiano de llegar a la victoria por la vía del balón, en contraposición a los conceptos que tenía Bordalás. De momento, ni con los futbolistas ni con el banquillo hay dudas ni runrún del público.
Aún a pesar de la decepción del sábado tras la alegría de Pamplona y del agua al cuello y con un entrenador prácticamente recién aterrizado con el que se presentó el colista. Oportunidad de lujo que se desperdició para afianzarse y tomar aire antes de uno de los desplazamientos más comprometidos: el Sánchez Pizjuán.
Es verdad que el rival de este martes está más pendiente de escaparse de la zona peligrosa que de pelear por coger plaza Champions, pero es el Sevilla y ha llegado Sampaoli. Su victoria en Mallorca les ha cambiado la cara. El Sevilla actual tiene déficit de goles (-5), justo lo contrario que el Valencia (+6), pero aún con esa masiva participación del grupo a la hora de marcar (13 jugadores) no evita que se haga hincapié en ese déficit que empieza a palparse cuando hay que cubrirse las espaldas.
Todavía sin Samu Castillejo y pendientes del tobillo de Cavani
No hay tiempo para descansar ni casi para preparar los partidos. Domingo entrenamiento, lunes entrenamiento, lista y viaje porque el martes hay que jugar contra el Sevilla. Vuelven Marcos André y Diakhaby tras la sanción pero Gattuso deberá decidir si se lleva al Pizjuán a Cavani, que se tuvo que retirar al descanso el sábado por unas molestias en el tobillo. Ayer, el uruguayo apenas se ejercitó. Tampoco lo hizo Samu Castillejo, pero este lleva ya varios días arrastrando dolor en la zona intercostal. No parece que remita del todo y su participación mañana está descartada y es duda para el sábado contra el Mallorca. Habrá que ver también qué jugadores están cansados. Gayà, por ejemplo, pidió el cambio contra el Elche porque estaba totalmente agotado.
Rotaciones para un calendario que empieza a comprometerse
Hoy habla Gattuso aunque el italiano no es muy dado a dar pistas sobre la idea que lleva para formar el once. Aún así, el técnico valencianista siempre hace reflexiones interesantes y no rehuye cualquier planteamiento que se le pueda hacer. Habrá que ver, no obstante, cuál es su estrategia porque el calendario empieza a intensificarse. Sábado, martes y de nuevo sábado. Semana de tres partidos. ¿Optará Gattuso por hacer rotaciones? De momento, el italiano no ha sido muy amante de practicar variaciones en su once pero también es verdad que no ha repetido ni una sola vez la composición del equipo. En nueve jornada, nueve alineaciones diferentes, aunque lo cierto es que por lo general ha estado condicionado por permutas obligadas.
Cinco jornadas, contando la de mañana, tiene por delante el Valencia antes del parón obligado por el Mundial. El calendario se endurece en lo que a rivales se refiere. Mañana es el Sevilla, el sábado que viene es el Mallorca pero luego viene el Barcelona a Mestalla (sábado 29 de octubre), luego hay que visitar a la Real Sociedad y por último recibir al Betis. Los tres últimos adversarios de esta fase del campeonato están hoy por hoy por encima en la clasificación.
De momento, el único jugador de la plantilla valencianista que lo ha jugado todo es Mamardashvili, pero hay intocables como Correia, Diakhaby, Guillamón y sobre todo Lino. Excepto los últimos 16 minutos de la primera jornada cuando fue sustituido, Lino ha disputado completos los siguientes 8 partidos.
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