Gattuso exige tres refuerzos a Lim

La lesión de Hugo Duro al comienzo del encuentro en San Mamés no hubiera sido tan decisiva si Maxi Gómez, su sustituto, hubiese estado a la altura de su prestigio como delantero internacional goleador. El uruguayo, sin embargo, sumó un nuevo capítulo en una inesperada decadencia a la espera de ser traspasado al Fenerbahce turco. Como ya hicieron sus predecesores, Gattuso exige a Lim tres refuerzos a fin de conseguir una contundencia en las áreas que dé sentido al estilo preciosista de un equipo que trató de jugar desde el minuto 1 hasta el 95, cuando a punto estuvo de empatar Marcos André. Por ese sinsentido de cerrar el mercado cuando la Liga ya está en marcha, el Valencia trató de igualar en San Mamés en el último tramo con dos delanteros a punto de ser traspasados (Marcos André y Maxi Gómez). No es la mejor manera de encarar una remontada ante un rival con los colmillos tan afilados como el Athletic. El técnico siciliano reclama a gritos un defensa central, un extremo para refrescar a Lino y a Samu Castillejo y, sobre todo, un delantero centro goleador. El carisma de Gattuso no basta. Los tres fichajes hasta la fecha (Samu Castillejo, Samuel Lino y, sobre todo, Nico González) mejoran el ataque del Valencia, pero la superioridad técnica, reflejada en las posesiones de San Mamés, queda jibarizada sin la presencia de un goleador.

Todo a su favor, señora presidenta. En su segunda etapa al frente del Valencia CF, Layhoon Chan lo tiene todo de cara: el conocimiento de los actores del valencianismo y del fútbol español, el aprendizaje sobre los errores cometidos, la presencia en el banquillo de un entrenador con gancho para agitar Mestalla, la inutilidad supina del anterior mandamás (Anil Murthy)... Pero sobre todo sus ganas de hacer las cosas bien. En 2016 viajamos un grupo de periodistas a Singapur para conocer al gran hombre, Peter Lim, pero en realidad conocimos a Layhoon Chan: una persona seria, discreta e inteligente. Sus peores momentos en la anterior presidencia fueron dos: cuando dijo aquello de «Yo soy Peter Lim», en medio de una grave crisis deportiva con Alesanco como director deportivo y Prandelli como entrenador; y, en segundo lugar, al asegurar ante las peñas que no vendería a Paco Alcácer mientras Lim negociaba su traspaso al Barça. De todo eso pareció tomar nota Layhoon cuando, a instancias del presidente de la Liga, Javier Tebas, fichó a Mateu Alemany como director general, el principio de dos años de éxitos, el segundo inolvidable al coincidir con el Centenario. Lim envía a Lay Hoon a Valencia para deshacer todos los entuertos de Murthy, acabar el estadio, devolver la estabilidad económica y después veremos si entregarle la entidad al hijo del máximo accionista, Kiat Lim. La parcela deportiva es la asignatura pendiente de Layhoon. El club precisa una estructura deportiva mucho más sólida para evitar lo de este domingo en San Mamés: dos jugadores en venta con la obligación de rescatar al Valencia.

Quo vadis, Barça? El club más endeudado del mundo, el FC Barcelona, es el que más ha invertido en fichajes en este mercado estival (153 millones). El presidente azulgrana, Joan Laporta, ha tenido la habilidad de convertir en un término positivo (’palanca’) la venta de los activos de futuro y del patrimonio de la entidad. Ni los economistas logran explicárselo, pero Laporta ha tirado de la potentísima ‘marca Barça’ en el planeta para que el mercado le adelante 800 millones. La presión cae toda ahora sobre el rendimiento deportivo, las espaldas de Xavi Hernández deben sostener sobre sus hombros el gigantesco castillo de fuegos artificiales de Joan Laporta, un seductor capaz de vender bolsas de arena en el desierto.