Gattuso se desmarca del mercado de fichajes del Valencia y lo deja en manos de Lim

«Hablé con el equipo y me gustó mucho la charla, he escuchado cosas que no son verdad, que si el equipo está cansado de mí... no. Hemos hablado de las cosas que tenemos que mejorar, fue una charla muy positiva y estoy contento». Gennaro Gattuso ha sacado su lado más combativo en su rueda de prensa previa al partido contra el Valladolid de este domingo a las 14 horas, contra el equipo que marcha en el inicio de la jornada la zona de descenso, cerrando filas con sus jugadores para aislarlos de todas las críticas: «El equipo está contento, le gusta jugar al fútbol. Tenemos que elegir lo que pasa en el campo, está faltando esto pero el equipo quiere seguir en su estilo. Tenemos que competir sin balón, nos falta competir bien sin balón, ir a presionar todos juntos. El equipo no tiene miedo a jugar. Tenemos que competir, el fútbol no sólo es jugar con el balón. Tengo bien claro lo que tenemos que mejorar porque el equipo produce. Me gusta jugar pero también cuando nos presionan podemos jugar largo».

Esa idea, la de la mejora cuando el equipo no tiene el balón, ha sido su idea más repetida. Tan importante es para él, y ahí radica uno de los giros de guion en su discurso con respecto a las últimas semanas, es que se ha desmarcado de forma clara de un mercado al que le quedan menos de cuatro días. Ha sido la primera rueda de prensa en enero donde no ha pronunciado la palabra pivote o centrocampista cuando ha sido preguntado por el perfil que sigue buscando: «No hablo de jugadores que no son de mi plantilla. En este momento la preocupación no es fichar jugadores sino mejorar nuestra condición física y táctica. No quiero perder energía en otras cosas que no sea el partido de Valladolid. Tengo muchas cosas importantes en las que pensar. Si tenemos que fichar a un jugador tiene que tener experiencia y valor». A ese respecto, ha desvelado que ha hablado solo una vez con Peter Lim desde que arrancó el 2023 «el día antes de ir a Arabia para jugar contra el Real Madrid» y ha dejado caer que fue algo fuera de carta porque no es el modo habitual: «Hablo con Lim cuando voy a Singapur». Sin duda, el máximo accionista y dueño de Meriton estará contento cuando le transcriban la contestación a una pregunta directa sobre el 'modus operandi' del Valencia exprimiendo cada mes de enero sin fichajes hasta el último día. ¿Le gusta la forma de trabajar del club en el mercado?: «Lo que me gusta, o no, no es importante. Me gustan muchas cosas en mi vida, mi responsabilidad es entrenar. No es importante si me gusta o no me gusta. Tengo que trabajar con lo que tengo. Tengo que seguir, si me gusta o no no es importante». Es decir, que aceptará la situación si el 1 de febrero no tiene ningún refuerzo. Este sábado, al menos, se le vio más molesto con las preguntas de los periodistas que con la inacción de Lim en el mercado.

Gattuso ha mandado varios mensajes al entorno del club. El primero, a los que piensan que debe variar su sistema de 4-3-3 a un 4-4-2 más replegado dada la delicada situación en Liga: «El estilo no es importante, la prioridad ahora no es mi ego sino poner jugadores que estén al 150%. Si la afición y todo el mundo piensa que tengo que jugar en largo y a defenderme no lo tengo. En tres días no se puede cambiar un estilo de juego, el que piense que se puede cambiar así de fácil es problema suyo, no mío. Tengo mucho respeto por mi equipo porque hemos hecho cosas increíbles en muchos partidos. Es la octava o novena vez que digo que tenemos que competir sin balón. En estos momentos nos está faltando el hambre de competir sin el balón. Estoy convencido de que podemos darle la vuelta a la situación. Yo no me voy, estoy aquí. Es fácil ir en otra dirección y creo que podemos darle la vuelta». El segundo, a las críticas de la afición de Mestalla en el partido de Copa desde que el Athletic se puso por delante, cuando ha sido cuestionado sobre si ahora prefiere jugar unos partidos fuera dado el clima de tensión: «Me gusta jugar en casa pero ahora no es fácil jugar en casa porque la afición tiene razón. Cuando la cosa va mal no le gusta, ahora tenemos que mejorar e intentar ganar partidos. Sabemos que cuando no se gana la afición no está contenta. No es fácil jugar en Mestalla, con 40.000 personas que te aprietan con el primer fallo».

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