El Valencia tendrá un valenciano, su capitán, en la próxima Eurocopa. José Luis Gayà (25 años), con una docena de partidos con la absoluta, se ha subido al último tren antes de una competición de tanta enjundia y que estará marcada inevitablemente por la pandemia. También estará allí el valenciano Ferran Torres (City), pero no en cambio Gabriel Paulista y Carlos Soler, ni tampoco el exblanquinegro Rodrigo Moreno que con Bielsa en el Leeds ha perdido peso en el combinado nacional (el domingo fue sustituido a los 79' cuando había entrado al terreno de juego en el 35').
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No por esperada, la confirmación de Gayà –competirá con Jordi Alba– entre los elegidos por Luis Enrique siempre es una magnífica noticia para el valencianismo, tan necesitado de sensaciones positivas, que tiene eso sí el temor de que Meriton estropee el actual idilio que tiene el futbolista con el club. Con contrato hasta junio de 2023 pero con una renovación totalmente estancada desde el punto de vista del propietario, el incierto futuro de ventas que le espera a Meriton este verano ponen a Gayà en una situación atípica. ¿Qué pasará si Gayà tiene una Eurocopa sobresaliente? Pues que más de un club puede llamar a sus agentes (100 millones tiene de cláusula) y que Meriton se deje tentar por uno de los pocos que tiran del carro y refuerzan además los símbolos blanquinegros. De manera paralela, la renovación se endurecería desde el punto de vista económico al aumentar la cotización de un jugador que siempre ha querido quedarse en casa.
Son todas ellas las consecuencias de no avanzar en un tema tan sensible como la prórroga de contratos que afectan a futbolistas que además de actuaciones notables se sienten parte de la entidad. Con Gabriel Paulista, en cambio, Meriton sí actuó con destreza. El central renovó recientemente, justo después de que se sacara su pasaporte como español tras una larga tramitación burocrática. Paulista lleva muchísimo tiempo llamando la atención públicamente de Luis Enrique pero así como Carlos Soler sí que estaba en la prelista que da a conocer a los clubes la Federación, el central no ha figurado todavía. Y es que, el deseo del jugador y su nacionalización han chocado con los requisitos que marca la FIFA para admitir que se pueda vestir la camiseta de la selección española.
El tiempo que lleva residiendo en España es motivo de conflicto jurídico en cuanto a interpretaciones. La Federación y el abogado del jugador son conocedores desde el primer momento de esta circunstancia. Cinco años tenía que haber vivido Paulista en territorio español para garantizarse el hecho de ser llamado por Luis Enrique. El problema es que el jugador lo ha hecho en dos periodos (con el Villarreal y con el Valencia) y eso es motivo de disputa, ya que por parte del futbolista se considera que ha sobrepasado el tiempo aunque haya sido de manera interrumpida (jugó en Inglaterra). En eso está ahora Paulista y su abogado, a la espera de que en algún momento pueda pronunciarse la FIFA. Aún así, luego decidiría Luis Enrique, cosa ya bastante difícil.
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