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Gayà, ayer a su llegada a Jerez. Efe
Gayà, cumpleaños feliz en la final de la Copa del Rey

Gayà, cumpleaños feliz en la final de la Copa del Rey

Gayà alcanza mañana sábado los 24 años convertido en un emblema del Valencia

toni calero

Jerez

Viernes, 24 de mayo 2019, 00:02

A José Luis Gayà se le ha puesto cara de capitán. Dejó atrás el de Pedreguer su papel como prometedor canterano, ese que convenció a Nuno Espírito Santo desde el primer día y a quien el Real Madrid persiguió durante meses. Hubo poco que hacer. Una larga negociación mediante, Amadeo Salvo garantizó el futuro de Gayà como blanquinegro y el presente del futbolista es extraordinario. El canterano va a cumplir mañana 24 años, justo el día en que peleará en su primera final por abrochar la temporada del centenario con un título. La Copa del Rey sería el regalo perfecto para uno de los capitanes del Valencia que esta temporada se ha consagrado como uno de los mejores laterales zurdos de Europa.

Si Gayà ha sido imprescindible para Marcelino García Toral desde la llegada del asturiano hace dos años, enfrente está un Jordi Alba camino de la leyenda defendiendo la camiseta del Barcelona. En 2012, el club azulgrana pagó 14 millones de euros para recuperar a Alba, un velocista con mucho por mejorar en parcelas defensivas pero que estaba acostumbrado a hacer daño en ataque desde sus primeros pasos en el mundo del fútbol. Alba se marchó del Valencia siendo un buen jugador y su recorrido no deja lugar a dudas, porque en esta temporada ha alcanzado su pico. El de l'Hospitalet de Llobregat es el lateral izquierdo más valorado del mercado (70 millones de euros).

Jordi Alba, otro jugador forjado en Paterna, es el lateral zurdo más valorado del mercado y compite con el de Pedreguer en la selección

En esa lista va creciendo muy rápido Gayà, cotizado en 40 millones y que prácticamente ha duplicado su valor en un año y medio. Después de su irrupción en 2014, al de Pedreguer la falló la regularidad durante dos temporadas, coincidiendo además con el bajón generalizado del rendimiento del Valencia. Eso quedó finiquitado tras el aterrizaje de Marcelino y en estos momentos Gayà es emblema para la afición blanquinegra. Nadie quiere ni oír la posibilidad de que el alicantino pueda salir este verano si llega una suculenta oferta. Por ahora, Gayà no ha dado ningún motivo para pensar que la opción de salir traspasado es real. El de Pedreguer comparte proyecto con el club y quiere crecer al ritmo valencianista. Conviene no olvidar que Gayà firmó una importante mejora de contrato en mayo de 2018 para aumentar ficha, cláusula de rescisión (100 millones) y estiró su vinculación hasta junio de 2023.

Gayá jugará mañana en el Benito Villamarín su partido número 49 de la presente temporada y, con 4.307 minutos disputados, es el segundo más utilizado por Marcelino, sólo por detrás de Parejo. En el lateral zurdo del Valencia, ni la pujanza de otro canterano (Toni Lato) ha podido robar tiempo de acción a Gayà, insustituible en la zona defensiva izquierda aunque menos protagonista en ataque (ha hecho un gol y repartido tres asistencias) que Jordi Alba en el equipo rival.

Jordi Alba jugaba en el Mestalla cuando el Valencia ganó su última Copa del Rey en 2008

El culé es el arma secreta del Barcelona. O al menos lo era. Su aportación en zona ofensiva es siempre determinante en el planteamiento de Ernesto Valverde. Leo Messi y Alba han plagiado mil veces la misma acción y sin embargo, sigue recogiendo frutos. El balón a la espalda de la defensa del argentino y la entrada del lateral. O al revés. Tampoco es que Jordi Alba se haya excedido en el acierto de cara a portería (dos tantos en Liga y uno en Champions) pero sus cifras como pasador son escandalosas. En 17 ocasiones una asistencia de Alba acabó en gol del conjunto azulgrana.

El hermano de Gayà, junto a algunos amigos, viajaron ayer a Sevilla para estar en la grada del Villamarín

Así pues, Cristiano Piccini y Wass o Carlos Soler (una de las dudas que se plantean en el once de Marcelino) deberán trabajar a destajo para limitar el acierto de Jordi Alba e intentar desactivar ese foco de peligro. Alba, por cierto, estaba jugando en el Mestalla cuando el Valencia conquistó su última Copa, en 2008.

El catalán fue el 'primero' en abrir la senda de la hornada de laterales zurdos fabricados en la ciudad deportiva de Paterna. Luego llegarían Juan Bernat, el propio Gayà, Lato, Centelles... Esta temporada, especialmente, es la de la explosión en ataque de Alba y la de la consagración de Gayà. Ahora ambos compiten por un puesto en la selección española. Luis Enrique ve en el valencianista a una apuesta segura y, limadas las asperezas personales con Alba, volvió a confiar en él. Mañana Gayà buscará su primer título con su familia en la grada. Ayer su hermano (junto a una decena de amigos) puso rumbo a Sevilla para apoyar al hombre del cumpleaños.

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