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La imagen de más esperanza para los aficionados del Valencia en la escenificación de todos los estamentos del club apoyando a su capitán José Luis Gayà, tras la ratificación del TAD a tres días del debut liguero de los de Gattuso contra el Girona de ... la sanción de cuatro partidos por las declaraciones del lateral de Pedreguer tras un partido contra el Osasuna, donde señaló sobre un penalti no señalado a favor del Valencia que «el árbitro lo ha visto y no lo ha querido pitar», llegó lejos de los focos. Desde el edificio de la Ciudad Deportiva se desplazaron el director general Sean Bai y el director deportivo, Miguel Ángel Corona, encontrándose por el camino con el agente del futbolista, Alberto Toldrá. Gayà volverá a sentarse en breve con el club, tal y como pudo confirmar este periódico, y no cambia su deseo de renovar su contrato con el Valencia, que termina en 2023. En la recta final del mercado, y más con el jarro de agua fría de la sanción, el de Pedreguer no se plantea salir este verano y sólo quiere concentrarse en preparar su regreso contra el Rayo Vallecano en la quinta jornada de Liga, el 10 de septiembre.
La dos partes, asumen que el punto de partida para llegar a un acuerdo es complicado puesto que la última oferta que Gayà no firmó era de 6 millones brutos por temporada. Una cifra que con la economía actual de la entidad sigue siendo prohibitiva pero que, teniendo en cuenta que el Valencia no descarta vender a algún activo más en la recta final del mercado (Maxi Gómez sigue siendo el gran objetivo), quiere exprimirse la posibilidad de ampliar el contrato de uno de los capitanes. Todo ello, como es obvio, tendrá que tener el visto bueno desde Singapur de Lim.
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Aunque Gayà no quiso -hizo bien- meterse ayer en el jardín de la tensión entre la Federación y el Valencia, con las acciones del club contra el reparto de la Supercopa de la temporada 19-20, hay detalles objetivos que son contundentes. El capitán reconoció que no ha recibido ninguna llamada ni de Rubiales ni del seleccionador Luis Enrique. Algo que chirría con el entrenador, puesto que en el camino mundialista el de Pedreguer ha sido uno de los fijos y la sanción le pone un obstáculo tremendo para poder estar en la cita de Catar. Algo que tampoco es muy lógico teniendo en cuenta que el órgano que le ha transmitido la sanción depende del CSD. Aquello de las piedras contra el propio tejado.
«No es una rueda de prensa para hablar de mi renovación pero todos sabéis lo que quiero y la sintonía es buena», fue la reflexión del valenciano cuando fue preguntado por su renovación. Fue testigo de sus palabras, sentado a su derecha, el director general Sean Bai y en las primeras filas de la sala de prensa de Paterna, Gattuso, los otros tres capitanes del equipo (Carlos Soler, Paulista y Jaume Doménech), Joey Lim, Tendillo, Arias, Bossio, Voro o Corona. Bai, mostró el apoyo de todo el club por la injusta sanción al de Pedreguer: «Se nos ratificó a solo tres días del inicio de la Liga la injusta y desproporcionada sanción de cuatro partidos por unas declaraciones donde se expresaba una opinión sin intenciones descalificativas. El club la ha recurrido por todas las vías y se nos ha comunicado tarde generando un precedente peligroso y un agravio comparativo con otros casos más evidentes y graves. Es un perjuicio grave para el club». Un fallo que se puede recurrir en la justicia ordinaria.
Gayà, que agradeció el cariño recibido, centró su discurso en dejar claro que la sanción supone un agravio comparativo con casos igual o más graves y defendió su inmaculada trayectoria como profesional, además de alegrarse de saber «que estamos todos juntos»: «Estoy triste y decepcionado porque pienso que es una sanción desproporcionada. Son cuatro partidos y no he dicho nada para que me cayesen tantos. No me quiero comparar con ningún compañero pero se han dicho declaraciones por lo menos igual que las mías y no ha pasado nada. Todos tenemos que ser iguales y me gustaría que alguien me lo explicase, no me entra en la cabeza». Con respecto al Mundial, reconoció que va «a luchar» por sus sueños: «La ilusión de todo niño es poder jugar un Mundial y voy a seguir intentándolo. No descarto ir, cuando esté lo voy a dar todo». El capitán rehuyó la polémica con Rubiales porque «ni el Valencia ni la Federación me han comunicado que haya un problema entre ellos» e hizo una reflexión: «Por el hecho de llevar el brazalete tienes que salir a defender a tus compañeros y tu club. Si hay algún árbitro que en estos nueve años le he faltado el respeto que salga y lo diga. Mis padres me han inculcado unos valores y puedo dormir muy tranquilo. Estoy pensando en lo que va a pasar cuando la gente salga a hablar, si a mí se me han sancionado por ésto deberían sancionar a muchos jugadores».
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