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Hace hoy viernes 80 días, Anil Murthy y el cesado José Luis Zaragosí, por entonces todavía consejero, pasaron por el despacho de Ximo Puig, presidente de la Generalitat, para anunciarle que el Valencia no iba a llegar a tiempo para cumplir la ATE y que el máximo accionista (Peter Lim) necesitaba una prórroga de cinco años más para salvar este angustioso compromiso. En aquel cónclave ya quedó claro que la Generalitat sólo se mostraría comprensible con Meriton siempre y cuando se percibiera algún movimiento que hiciera pensar que de verdad Lim tuviera intención de sacar adelante el problema del nuevo y viejo estadio.
Pasado este tiempo y sin que desde el Valencia se haya solicitado ninguna reunión o comunicación con los responsables de la Conselleria de Economia, que es de quien exclusivamente depende la ATE, desde este organismo se ha lanzado la primera seria advertencia. Natxo Costa es el subsecretario de la Conselleria de Economía Sostenible y su opinión sobre la situación actual y la necesidad de la Generalitat de ver algún tipo de acción por parte de los responsables valencianistas es bastante clara según expresa a este periódico: «Si los dirigentes del Valencia no actúan, el grave riesgo lo corre el propio club. La administración no tiene ningún ánimo de no ayudar, pero debe velar por la legalidad y el interés público».
Hasta hora y desde el encuentro que mantuvieron Murthy y Puig, ningún responsable de la Conselleria –incluido su titular, Rafael Climent– se había pronunciado al respecto. Sí se ha hecho en cambio y de manera reiterada desde el Ayuntamiento de Valencia. Esta semana se ha palpado una ofensiva en ese sentido, con el alcalde Joan Ribó volviendo a insistir en su posición de contundencia e «indignación», recordando la necesidad que hay de construir el polideportivo de Benicalap, hasta el punto de decir el miércoles que «le estamos diciendo al Valencia lo que ha de hacer y si no lo hace tendremos que avanzar en otras posiciones».
A pesar de que el Ayuntamiento es consciente de que la competencia de la ATE y la posibilidad de conceder la prórroga que quiere Meriton corresponde a Conselleria, no quiere desaprovechar la oportunidad de manifestar que están dispuestos a oponerse a ella.
¿Y qué opinan desde Conselleria respecto a modificar el plazo de la ATE que concluye a los diez años, es decir en 2025? Pues igual que aprietan por un lado, dejan la puerta abierta por otro. Natxo Costa, de la misma forma que verbaliza el aviso de que puede saltar todo por los aires, manifestaba esa moderación institucional. «Todo es susceptible de hablarse. Hay fórmulas que permitirían buscar soluciones, pero requerirían el acuerdo de todas las partes y compromisos por parte del Valencia»
¿Cuáles? «Debe ser un compromiso firme y serio por parte del Valencia de que acabará el nuevo estadio y la urbanización del antiguo. Se enfrenta a la pérdida de una gran oportunidad. El club adquirió unos compromisos que, por ahora, los dirigentes no han cumplido».
La misma ATE recoge en su escrito que el promotor (en este caso el Valencia) está obligado a cumplir los plazos, que «únicamente podrán ser prorrogados y suspendidos con lo dispuesto en la legislación de contratos de las Administraciones Públicas. El incumplimiento por causa imputable al promotor, de los plazos, y en su caso de las prórrogas, comportará la imposición de penalidades previstas en el artículo 143 LUV y LCSP y, en su caso, la resolución de la ATE con incautación de la garantía definitiva».
Y para que quede claro quién tiene la llave definitiva para darle oxígeno a Meriton, en la misma resolución institucional que se publicó en mayo de 2015, «la renuncia a la condición de promotor, la cesión de la misma y la modificación de cualquiera de las condiciones de gestión previstas en esta resolución deberá ser autorizada por la Conselleria de Economía, previo informe favorable de la Conselleria de Infraestructura». El Valencia aportó en 2016 en concepto de garantía 1.162.159 euros.
Que los plazos intermedios no se han cumplido es algo que queda fuera de toda duda pero eso levanta ningún tipo de problema final más allá de la constatación de que el Valencia no camina recto. «El plazo global no está incumplido y, como dije, no está en nuestro ánimo perjudicar al Valencia CF. La legislación permite una cierta flexibilidad de los plazos intermedios, siempre velando por el cumplimiento de los objetivos de la ATE (nuevo estadio, urbanización de la zona del viejo Mestalla y la construcción del Hotel). Entiendo que la situación urbanística será compleja, pero eso compete al Ayuntamiento», apunta por último Costa.
De Torino a Mestalla, la plataforma que lidera Juan Martín Queralt y que esta semana dio a conocer públicamente su manifiesto contra la gestión de Peter Lim, ya tiene hoja de ruta marcada. Pidió hace ya cuatro semanas una reunión formal con Anil Murthy, petición que no ha tenido respuesta.
La segunda petición ha sido para el Ayuntamiento de Valencia y los integrantes de este colectivo están a la espera de saber qué día de la semana que viene les puede recibir Joan Ribó. El alcalde, junto con Sandra Gómez, se mostrado bastante sensibles con los problemas que está teniendo el Valencia y, por ejemplo, ayudaron a la Agrupación de Peñas a encontrar momentáneamente un local cuando fueron invitados a salir de Mestalla.
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