

Secciones
Servicios
Destacamos
Del fuego cruzado a las palmaditas en la espalda. Desde que Ximo Puig y Anil Murthy pasaron de las cuchilladas a los abrazos, la fotografía entre la Generalitat y el Valencia ha cambiado de color de manera radical. Ayer, en la reunión que mantuvieron los consellers de Territorio (Arcadi España) y Economía (Rafa Climent) con Murthy y sus principales ejecutivos, todo fueron buenas intenciones y agradables palabras. Meriton tiene otra vez credibilidad. Eso sí, la Generalitat exige tener en su poder para examinarlo con detenimiento, el contrato que el Valencia tiene con CVC dentro del acuerdo firmado por LaLiga. Se quiere ver qué cláusulas se contemplan por si se pudiera alterar, como por ejemplo el «hipotético caso de un descenso», el flujo de dinero. Al fin y al cabo, CVC ha sacado del mayor de los apuros a Peter Lim. La garantía que se puso a exigir la Administración para mantener las condiciones urbanísticas de la ATE, después de los incumplimientos del club, será precisamente el documento de CVC, ese que permitirá que el Valencia destinar 80 millones de euros (de los 120,7 que va a recibir) a las obras del nuevo Mestalla.
En hora y media de cónclave en el propio Palau todos se pusieron de acuerdo. Como si siempre hubiera existido buen rollo. El Valencia lo había tenido con Compromís (Economía) pero fue en Territorio (PSPV) donde se abrió un fuego constante. Ahora, como amigos. El club se comprometió a enviar lo antes posible toda la documentación referente a CVC y los dos departamentos autonómicos –cuyos técnicos estaban presentes de manera telemática– se pusieron a disposición del Valencia para asesorarle sobre cómo tener que confeccionar el escrito. Todo, eso sí, antes de que finalice ese plazo de 90 días extra que concedió el Consell (Economía hizo fuerza para ello) y que verbalizó la vicepresidenta Mónica Oltra a finales de noviembre.
Inma Ibáñez (directora financiera), Christian Schneider (director de operaciones e infraestructuras) y Jorge García (director de marketing) reforzaron técnicamente la presencia en la cita de Anil Murthy, que a su salida pero sin querer entrar en excesivos detalles sí apostó por inyectar toda su fe en este nuevo rumbo que ha tomado el proceso. «Estoy convencido al cien por cien. Hay buenas sensaciones. Ahora tenemos los instrumentos y todos tenemos la voluntad para que sea algo cómodo para todos».
La comodidad general es pues una de las claves bajo las que ha nacido esta iniciativa que ya estaba en fase más que crítica. La Generalitat ve por un lado la posibilidad de escapar de un largo embrollo jurídico y, por otro, de solucionar el empastre de la avenida Cortes Valencianas; mientras que Peter Lim consigue dar una aparente salida a un problema que le había puesto contra las cuerdas y que, sin la aparición de CVC, tenía prácticamente imposible solucionar a medio plazo.
«Ha sido una reunión cordial con la máxima colaboración por parte de todos», explicaba una fuente institucional. Desde las dos consellerias se dio absoluta credibilidad al planteamiento que hicieron los ejecutivos valencianistas, aunque recordaron eso sí que además de las garantías económicas también se deben aportar al proyecto todo lo que concierne a la finalización de la obra: plazos previstos (reinicio de obras en septiembre de 2022), licencias, etc.
Durante la reunión se habló lógicamente de los planes que tiene el Valencia para encontrar la financiación que falta para completar el coste de la obra, montante que puede llegar gracias también a las condiciones urbanísticas que el Consell está dispuesto a mantener, pese a que la ATE va hacia su autodestrucción. En eso, la hoja de ruta institucional lo tiene bastante claro: la fórmula de la ATE a nivel general nunca ha tenido éxito pero al Valencia se le aplicarán sus beneficios siempre y cuando se dé el visto bueno al contrato con CVC.
No está muy claro todavía qué Conselleria de las dos implicas pilotará el nuevo escenario, aunque la posibilidad de una colaboración conjunta entre Territorio y Economía se plantea, al menos ahora, como una opción factible, pese a los roces anteriores.
Turno para la oposición
No es un partido de tenis a tres bandas pero por momentos da la impresión de que lo parece, también con el consiguiente vaivén en cuanto a dominador del juego. Ahora, tras el posicionamiento adoptado por la Generalitat y a la espera de que se encienda la luz verde para el proyecto que le ha presentado Meriton, el turno va a ser para la oposición a Lim. Y ahí entran en escena De Torino a Mestalla y Miguel Zorío. Tanto la plataforma que preside Juan Martín Queralt como el que fuera exvicepresidente del Valencia ya se han pronunciado de manera clara sobre el tema de la ATE, su caducidad y las medidas a adoptar hacia el Valencia, en ese objetivo de primero asfixiar y luego sacar a Lim del club. Han advertido públicamente, el colectivo a través del abogado Pablo Delgado como Zorío con una carta que envió a las instituciones, que llevarán a la administración a los tribunales si vuelven a dar a Meriton vía libre para manejar el problema del viejo y del nuevo Mestalla. La argumentación de la oposición es clara: para ellos la ATE está caducada y tanto el viejo como el nuevo Mestalla están ligados.
Desde Conselleria y desde el Ayuntamiento opinan lo contrario. Lo curioso es que tanto unos como otros recurren para fundamentar sus argumentos en el informe que en agosto emitió la propia Abogacía de la Generalitat. Ayer mismo, desde Territorio se mostraban tranquilos al respecto pero la oposición insiste en que según los expertos hay que cambiar al promotor.
Lo curioso es que De Torino a Mestalla ha mantenido desde el primer momento buen 'feeling' tanto con Sandra Gómez (Urbanismo) como con Arcadi España (Territorio). De hecho, Queralt, Delgado y García Fuster se reunieron con ambos. Conforme han ido pasando las semanas y después de recibir la noticia de ese plazo extra que se le daba al Valencia, además de escuchar las declaraciones públicas que hizo la vicealcaldesa abriendo la puerta a Meriton, en la plataforma De Torino a Mestalla ha ido creciendo primero el malestar y luego la desconfianza.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.