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Gracia llegará al estreno con un once sin conjuntar

Carlos Soler supera el segundo test y vuelve a un grupo que tendrá tan sólo cuatro sesiones para coordinarse|Con la mirada puesta en la ventana de llegadas, el Valencia da por cerrada la pretemporada con menos temores de los previstos

Domingo, 6 de septiembre 2020, 23:44

Empieza la cuenta atrás para el nuevo Valencia, pero también para Javi Gracia y Anil Murthy. Seis días tiene por delante el entrenador para acabar de recomponer un equipo que, entre lesiones y bajas de salud, todavía no ha mostrado su once definido claro aunque las sensaciones han sido buenas a nivel general. Se acabaron los ensayos (cuatro) y las pruebas de sistema: tres partidos con defensa de cuatro y este último con tres centrales –condicionado también por las ausencias– en las que se las vio y deseó para evitar un mal trago ante un Segunda.

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Aunque es normal en el discurso de los jugadores cada comienzo de temporada escucharles frases como «estamos trabajando bien», «el entrenador está dándonos a conocer sus ideas» y «es normal que necesitemos tiempo para adaptarnos», la sensación que ha transmitido el vestuario –pese a la escasez de entrevistas a los medios– es que Gracia quiere coser un Valencia sólido dando prioridad al sentimiento de grupo por encima de otros conceptos. En los partidos jugados, en unos más que en otros, se ha apreciado algo así como que si todos corremos y defendemos y si es desde muy arriba mucho mejor, tendremos más posibilidades de ganar. Ahora bien, resulta a veces más difícil coordinar una presión alta que resguardarse detrás y salir al contragolpe, características estas últimas que han marcado al equipo en los últimos tres años. Guedes fue en algún momento –dada su irregularidad– la mejor expresión de esa pretensión. El portugués, por cierto, no ha probado ni un solo minuto en la mediapunta: siempre por la izquierda.

Gracia coincide con Marcelino en esa intención de mostrar colmillo para alejarse de ese equipo facilón que acabó matando a Celades. El asturiano se empeñó en proteger a su portero pero cogiéndole gusto a la velocidad al contragolpe porque, también es verdad, tenía gente muy válida para ello. Sobre todo disponía de Rodrigo. Sin él, el Valencia se ha visto obligado a matizar su fisionomía. Kang In y Vallejo se han disputado por lo general y sin grandes demostraciones esa función de enganche, con Maxi como clara referencia arriba. El juego también viene marcado porque sin Parejo ya no hay un patrón definido en el centro, y eso siempre condiciona para manejar situaciones en ataque estático. Esquerdo, con buena pinta, necesita tiempo y no urgencias.

Con un trabajo de verano con un montón de chavales, y aunque queda casi un mes para que se cierre el mercado de fichajes, el técnico navarro debe ir poco a poco descolgando a los más jóvenes para centrarse en el grupo que puede ser definitivo. Esta semana, por ejemplo, está muy condicionada todavía por las bajas y sólo a partir del miércoles tarde podrá trabajar, por fin, con todos (cuatro sesiones). Cillessen juega hoy, y Guedes y Wass lo harán mañana. El meta, por ejemplo. todavía no sabe a ciencia cierta si se va a quedar en el Valencia, que aún tiene abierta la ventanilla de ventas.

Y sobre todo la de compras. En eso hay que señalar directamente a Murthy, que asumió meses atrás el rol de capitanear la secretaría técnica (Nuno lo intentó y acabó estrellándose). Gracia sigue aún sin refuerzos. Al menos, el técnico se congratula al poder contar –a la segunda parece que va la definitiva– con Carlos Soler, después de que un nuevo examen médico le haya confirmado que está apto para meterse en la dinámica de grupo. Va a llegar muy justo el canterano pero su valor dentro del once es indiscutible, hoy por hoy más.

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