

Secciones
Servicios
Destacamos
LOURDES MARTí/J. C. V.
Miércoles, 21 de abril 2021, 00:08
Con el Valencia decimocuarto, a un mundo del líder y a ocho puntos del antepenúltimo clasificado, todavía hay aficionados si se preguntan si hay que temer o no por la amenaza del descenso. Otros, los que consideran que los de abajo son tan malos que por muy bien que pudieran hacerlo en lo poco que queda ya no cogerían al Valencia, se preguntan si es hora ya de empezar a planificar la próxima temporada. El problema que tiene el Valencia –que hoy juega contra un Osasuna que va dos puntos por delante–, por su propia idiosincrasia y por la estrategia que siempre ha caracterizado a Meriton, es que a día de hoy no se sabe ni por aproximación si Peter Lim le va a volver a dar los mandos del equipo a Javi Gracia como así está firmado.
Y cuando la competición está llegando a su fin, a los protagonistas siempre se les pregunta por sus deseos, qué opinan de cara al futuro y qué sería lo mejor para el Valencia. Algunos técnicos aprovechan este tipo de planteamientos para deslizar mensajes ya sea a la propiedad y/o a la afición. Y Javi Gracia ha optado por ponerse de perfil. Ni frío ni calor a veces. El navarro ha cambiado sensiblemente el tono de sus discursos de un tiempo para aquí. De los arreones del turbio comienzo de temporada se ha pasado a un tono mucho más gris del que es difícil extraer conclusiones sin miedo a equivocarse. Gracia es el primero que sabe que partidos como el de esta tarde, por ejemplo, lo único que pueden hacer es complicarle aún más el día a día. Pocas explicaciones se pueden dar en el supuesto de que Osasuna se lleve el triunfo hoy y le saque en ese supuesto cinco puntos al Valencia.
Ayer se le cuestionó a Javi Gracia por su continuidad –la da por hecho contractualmente–, por su participación en la planificación de la próxima temporada y por si, entre otras cosas, ya ha hablado de eso con el club –es decir, Corona y Murthy–. «No necesito que estén todo el día diciéndome que cuentan conmigo, yo sé cuál es mi contrato y el club tampoco tiene por qué repetirme que tengo contrato hasta el año que viene. Si hubiera que hablar algo diferente a lo que dice el contrato habrá que hablarlo a final de temporada. Me centro en preparar los partidos posibles, cuando el club considere que hay que hablar de otros temas que no sea el presente ya se hará. De Kang In me preguntasteis, dije mi opinión. Ojalá se quede en el equipo muchos años porque es joven y tiene un gran futuro. Tengo que tratar de sacar rendimiento en el presente».
Una más sobre su implicación o no en el dibujo de la futura plantilla: «»En verano hice un gran esfuerzo por intentar ayudar en algunas decisiones con respecto a futbolistas, pero como vi que no tenía efecto ese trabajo ya os expliqué que no tenía sentido. Pero si me preguntáis por jugadores de mi plantilla actual yo daré mi opinión«.
De momento, en la única tarea en la que tiene pleno poder es la de dar rendimiento a una plantilla que anda a trompicones desde que comenzó la temporada y que parece ir perdiendo fuerza mental y física cada jornada que pasa. El empate último del Villamarín ocultó demasiadas carencias de grupo. De no haber sido por las apariciones de Guedes, el Valencia no parecía tener argumentos suficientes para sacar adelante la empresa.
Vuelve Paulista, Cillessen no
Hoy, las miradas volverán a centrarse en Guedes, sobre todo porque el equipo llega cogido con pinzas en cuanto a efectivos. Maxi Gómez cumplirá su segundo partido de castigo por deslenguado y aunque vuelve Gabriel Paulista tras la sanción, los problemas se han multiplicado. Correia es baja pro la lesión de rodilla, Carlos Soler no se entrenó ayer y no se espera que viaje –Gracia no quiso dar pistas– y Racic llega pero con las fuerzas justas. Cillessen todavía no está listo y seguirá Jaume de titular.
Por eso hay que darle más de un retoque al equipo. Primero por las propias circunstancias de bajas, luego porque hay elementos que siguen sin rendir –Gameiro apenas tocó balón contra el Betis, Yunus no fue generoso con Wass y Cheryshev aportó poco– y, por último por miedo a que el sábado que viene contra el Alavés alguno de los imprescindibles llegue saturado.
Con Piccini todavía cogido con alfileres, lo lógico es que Wass caiga al lateral derecho y que junto a Racic sea Cristian Oliva el que juegue. La aparición de Álex Blanco no hay que descartarla en lugar de Cheryshev y delante, al margen de Guedes, la duda es si se apuesta o no otra vez por Gameiro. Muchos valencianistas se pregunta qué ha pasado con Manu Vallejo para que el voluntarioso futbolista lleve ocho partidos consecutivos como suplente y dos –los últimos– sin ni siquiera haber jugado ningún minuto. Kang In, otro de los que siempre genera debate, lleva tres encuentros seguidos sin aparecer por el terreno de juego. Son estas las cosas que, además de los puntos y el rendimiento, ensombrecen aún más a Gracia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.