HÉCTOR ESTEBAN
VALENCIA.
Martes, 29 de mayo 2018, 00:49
La venta de jugadores por valor de 45,8 millones de euros antes del 30 de junio no es una anécdota en el presupuesto del Valencia. La cifra encierra la necesidad de ingresar la cantidad mínima que evite entrar en causa de disolución. En el artículo 363 apartado e) de la Ley de Sociedades de Capital está la clave para entender el motivo por el que el club tiene que vender para ingresar el beneficio necesario que le permita salvar la normativa legal. Si el club no lograr ingresar una cantidad suficiente, planearía sobre él una causa de disolución que esta temporada salvará con suficiencia gracias al notable expediente deportivo logrado por el equipo de Marcelino. Los futbolistas se han revalorizado y están en el escaparate del mercado con un valor importante de venta. Otro cantar era la pasada temporada, donde se regalaron futbolistas como Alves y Enzo Pérez.
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El capital del Valencia, según la última auditoría, es de 86.942.000 euros. Su patrimonio neto suma 84.812.000 millones de euros. Para evitar la causa de disolución, el patrimonio neto nunca debería caer por debajo de la mitad del capital. Es decir, nunca ser menos de 43.471.000 euros.
¿Y cómo cae el patrimonio neto? A los 84.812.000 euros se le restarían los 2.737.000 euros de déficit previsto más toda aquella cantidad de los 45.802.000 previstos por los beneficios en la venta de jugadores que no se consiguieran. Si el Valencia no ingresara por ningún jugador antes del próximo 30 de junio, las pérdidas totales serían de 48.539.000 euros. Una cantidad que habría que restar al patrimonio neto, que se quedaría en 36.273.000 euros, por debajo de los 43.471.000 euros que marcan el tope del capital social que se puede permitir para evitar la disolución. De esta manera, el Valencia necesita ingresar antes del 30 de junio casi 7,2 millones de euros.
Afortunadamente la cifra está cubierta. El beneficio de los traspasos de Orellana y Rafa Mir, el amistoso en Arabia Saudí, las cláusulas de André Gomes y alguna que otra operación han significado un ingreso de 5 millones de euros, por lo que el Valencia sólo necesita 2,2 millones de euros para salvar la situación. Una cantidad que es una anécdota tras la gran temporada que han realizado los jugadores de Marcelino.
Lo importante, al margen de cubrir el mínimo, es que el Valencia venda jugadores para lograr un beneficio que fortalezca su patrimonio neto y que la temporada que viene no se presente un presupuesto con este apartado debilitado. El patrimonio neto representa el valor de una empresa, si aumenta gracias a sus beneficios quiere decir que es una sociedad sana y con futuro.
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Todo aquella cantidad que al cierre del ejercicio no cubra los 45,8 millones de euros calculados en beneficios con la venta de jugadores irá a pérdidas y afectará al patrimonio neto del club. El director general del Valencia, Mateu Alemany, apuntó la semana pasada que el club debe vender aunque matizó que puede cerrar operaciones después del 30 de junio. El plan de Alemany es traspasar a jugadores para hacer al equipo más fuerte de cara al futuro a través del 'fair play financiero'.
La plantilla ya ha iniciado las vacaciones y estos días se tomarán decisiones importantes relativas a la compraventa de jugadores y a asuntos económicos de la importancia de la multa de 23,6 millones de Bruselas y al pago del primer plazo para amortizar los créditos que se mantiene con Bankia. El presidente del club, Anil Murthy, viajará a Singapur para pasar unos días de vacaciones y reunirse con Peter Lim.
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