El Valencia ha vuelto del revés el mundo del fútbol y ha instaurado una moda nada alentadora. Los llamamientos que de siempre se hacían para llenar el aforo de Mestalla y motivar así a los futbolistas ante un desafío trascendental, ahora se hace casi para ... lo contrario y con el palco como causa y objetivo. La política futbolística y de subsistencia supera en interés a lo estrictamente deportivo aunque ambos conceptos vayan estrechamente ligados. Por desgracia para el valencianismo, la que esta tarde inundará de voces la avenida de Suecia es la única forma para expresar lo que ni en las juntas de accionistas se ha permitido. La concentración, histórica por coincidir con la disputa de un partido oficial, se podría decir que es la respuesta a exquisitas asambleas con apenas una docena de accionistas. Meriton ha conseguido imponer en su octavo año la ley del silencio en las juntas pero no en la calle, con manifestaciones de récord. Primero unos cientos, luego ocho mil, después quince mil... Peter Lim está cada vez más solo en Valencia y hasta los políticos empiezan a ver que es hora de plantear el camino a la inversa.
Publicidad
Un encuentro como el de esta tarde, que será la despedida entre otros de futbolistas como Guedes y quizás hasta de símbolos como Carlos Soler y/o Gayà, se ha visto solapado por el espíritu inconformista de una afición que –al menos algunos– está dispuesta incluso a renunciar a lo mejor que tiene: ir cada dos fines de semana a su santuario para aplaudir y llorar con su equipo. La descomposición que se barrunta ha provocado una masiva movilización y lo que empezó siendo hace ya más de tres años una escena casi anecdótica de unos pocos cientos de valencianistas encendiendo unas velas en la plaza de la Afición, se ha convertido ahora en un clamor popular a un nivel totalmente desconocido.
Noticia Relacionada
Si Peter Lim, como asegura su hijo, permanece despierto –noche en Singapur– para ver al Valencia por televisión, se puede llevar la sorpresa de observar un Mestalla casi desolado por muchas entradas que se hayan querido distribuir. Siempre y cuando, claro está, la realización de la televisión lo permita. Si LaLiga quiere y el realizador abre el foco de cámara se puede llegar a ver un graderío semivacío. Y hasta se podría incluso escuchar por los micrófonos de ambiente la protesta de los de fuera. Y los de dentro.
A las cinco de la tarde está convocada la concentración y luego cada uno hará lo que estime oportuno: entrar a Mestalla a ver resignado el partido de despedida de una tediosa temporada; entrar para mostrar su rechazo a las maneras del palco; entrar y/o salir en el minuto 19, o quedarse definitivamente en la calle para que el rechazo sea más evidente. Si al Celta le da por llevarse los tres puntos, lo de después puede ser todavía de mayor impacto. El Valencia no se juega mucho sobre el césped pero sí mucho fuera de él.
Publicidad
De cualquier manera, el tiempo dirá si ha valido o no la pena. Con la de quince mil la repercusión no fue todo lo contundente que se esperaba porque la evidencia ha demostrado que todo sigue igual, al menos de puertas para adentro. El presidente que mandó callar vivirá seguramente la peor tarde de sus cinco años en el cargo.
Noticia Relacionada
Libertad VCF volverá a ganar por goleada. El grupo, germen de todo este activismo popular, ha visto cómo esta semana crecía de manera impactante su número de adhesiones. «Nos han llegado 200 socios nuevos desde el lunes hasta ahora», decía ayer mismo José Pérez, presidente de este colectivo que en su día se alistó con la plataforma De Torino a Mestalla pero que luego optó por iniciar su propia vía de actuación.
Publicidad
Libertad VCF ha contado con el respaldo de todos los grupos de oposición y su iniciativa de concentrarse tras los partidos ha ido poco a poco creciendo hasta lanzarse a esta particular aventura.
Mientras Bordalás trataba lógicamente ayer de no pisarse los dedos con estas cuestiones, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra (Compromís), daba un paso más inclinándose del lado del pueblo. «Están en todo su derecho de expresar el malestar respecto de la dirección de un club centenario, que es un símbolo de esta ciudad. Es una pena, lo digo ya como aficionada».
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.