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Las crisis, siempre desagradables, esconden oportunidades. Sorpresas gratas. Hugo Guillamón es el vivo ejemplo en Mestalla. El canterano, cuyo futuro dentro del Valencia estaba en ... el aire hace apenas un año y medio, se consolida ahora como una pieza clave dentro del esquema de José Bordalás. Y su actuación del pasado domingo, con golazo incluido, ha supuesto su consagración. Ha sabido esperar su momento y se ha adaptado a las circunstancias. Creció como defensa central y ha irrumpido como pivote. Una evolución que ya vaticinaron los más sagaces de la ciudad deportiva de Paterna. Su persistencia y su lealtad le han ayudado a conectar con la grada, que ya le aclama como a un líder.
Guillamón, nacido en San Sebástián, se instaló con su familia en L'Eliana cuando sólo tenía dos años. A los seis, ya formaba parte de la escuela del Valencia. Su talento llamó la atención muy pronto. Se alzaba como un central con cualidades que encajaban a la perfección en el fútbol moderno, ya que contaba con un exquisito manejo del balón y una privilegiada visión de juego. Sus pases entre líneas representaban un desahogo para el equipo. Ocupando esa demarcación en el campo, ha triunfado en las categorías inferiores de la selección española: ha conquistado el Europeo sub-17 y el sub-19. Sin embargo, entre los responsables de la cantera del Valencia, comenzaron a surgir dudas sobre la proyección del futbolista debido a su escasa envergadura. Algo que, pese a su inteligencia, le podía penalizar a la hora de fajarse con potentes delanteros. Actualmente, mide 178 centímetros y pesa 62 kilos.
En medio de tal incertidumbre, le llegó la opción de debutar con el primer equipo del Valencia. Fue el 22 de febrero de 2020 en el campo de la Real Sociedad y con Albert Celades en el banquillo. Sustituyó al lesionado Mangala en el descanso. La acumulación de bajas en defensa propició su estreno en Primera. Curiosamente, su contrato expiraba el 30 de junio del mismo año y, desde la directiva blanquinegra, no se daba ningún paso en firme. Mientras, el Barcelona le tanteaba como alternativa de futuro.
Guillamón dio la talla y, a finales de julio de 2020, el club anunció su renovación. El de L'Eliana amplió su contrato hasta 2023 con una cláusula de rescisión de 80 millones de euros. «Crecer en el Valencia es algo único. El equipo de tu tierra, de tu familia, del que tienes tu primera camiseta... Aquí me han formado como futbolista pero, sobre todo, a ser una persona mejor», afirmó en su día.
2021 se está presentando como un año mágico para Guillamón. El jugador, quien se ha ganado la confianza de Luis de la Fuente en la sub-21, debutó con la selección absoluta el pasado 8 de junio. Fue algo circunstancial, ya que los de Luis Enrique estaban confinados a raíz del positivo en coronavirus de Busquets. El central blanquinegro firmó el primer gol en el amistoso contra Lituania.
Durante el pasado mercado estival, ya con José Bordalás en el banquillo, uno de los principales propósitos pasaba por reforzar la medular. La prioridad del técnico alicantino era Mauro Arambarri, con quien había coincidido en el Getafe. Las dificultades económicas impidieron que el club fichara un mediocentro y el entrenador tuvo que experimentar.
Bordalás recurrió a Guillamón como pivote. El entrenador lo tuvo claro desde el principio. El futbolista ya ocupó esa posición cuando militaba en el Juvenil B de Javi Sanchis. En la cantera, algunos técnicos apostaban por esa alternativa. A sus 21 años, el de L'Eliana explota como mediocentro. Y su recital ante el Villarreal representó su consagración.
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