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Los jugadores del Valencia protestan a Gil Manzano tras una amarilla. iván arlandis

Guillamón entra en la historia

El canterano sufre la expulsión más rápida en una primera jornada de Liga y el partido se convierte en una extensión del último precedente en el Alfonso Pérez, con Cabaco y Maxi Gómez buscándose desde el primer minuto

Sábado, 14 de agosto 2021, 00:29

Bordalás contra el espejo. Como en ese célebre meme en el que salen dos personajes de Spiderman señalándose. Pueden cambiar los entrenadores en los banquillos... pero los partidos del Valencia contra el Getafe siguen en el barro. Lo que cambió anoche en Mestalla, con respecto a lo sucedido el pasado 27 de febrero en el Alfonso Pérez (3-0 para el Getafe) donde tras una primera parte de dar cera y pulir cera el único expulsado fue Diakhaby, es que los soldados de Bordalás iban de blanco y negro. Lo que no cambió en el guión es que el expulsado tras una primera parte bronca fue valencianista. Además, con récord. Hugo Guillamón no olvidará su debut como titular en el mediocentro. Tras una entrada a Maksimovic a los 31 segundos de partido, tras consulta de Gil Manzano en el monitor a instancias de la sala VAR que tomó la decisión cuando el crono marcaba 2 minutos y 53 segundos, el canterano recibió la roja directa. Fue la expulsión más temprana en una jornada inaugural de la historia de la Liga. Para rizar el rizo, en el primer duelo.

Maxi Gómez y Cabaco jugaron aquel último precedente en tierras madrileñas. Tenían la matrícula apuntada desde entonces porque no pararon de buscarse en todo el partido. Estuvieron en todos los roces. Normal que los dos acabaran amonestados primero y uno de ellos expulsado, después. Fue Cabaco por otra entrada a Maxi Gómez a un cuarto de hora para el final del partido. Un asistente de Míchel se fue a la calle minutos después por pedir un penalti sobre Mata. Tres rojas en otro partido caliente, dejando la cuenta en una trece expulsados (siete para los azulones) en los once últimos partidos entre los dos. Sigan. El parte de guerra en la primera parte ya iba por 8-7 en faltas (una cada tres minutos de partido) y cuatro tarjetas, una de ellas la roja que vio Guillamón. Al final, el ratio de faltas subió con las 39 que reflejó la estadística y las tarjetas a seis amarillas y dos rojas. Al descanso, protestas a Gil Manzano y esa sensación de guerrilla continua que se vive en los partidos entre blanquinegros y azulones... desde que tocó en Hugo Duro. Así se escribe la historia en la hemeroteca futbolera y ayer se vivió otro episodio en Mestalla.

En la segunda parte no había más que un ejercicio de supervivencia. Mestalla lo sabía y recordó a ese recinto mágico de las grandes noches de fútbol de antes de la pandemia. Las casi 13.000 almas presentes en las gradas parecían 130.000. Los cánticos contra Lim y Murthy se dejaron para los parones por hidratación. Con el balón en juego, a la faena. El Valencia se hizo gigante con su afición y resistió. Con Bordalás apretando los puños.

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