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Heriberto Herrera, a la derecha, saluda a Manolo Mestre el día de su presentación como entrenador del Valencia CF ante Ramos Costa. Bernat Navarro Porter
Heriberto Herrera y Mestre, vidas cruzadas
EL TÚNEL DEL TIEMPO

Heriberto Herrera y Mestre, vidas cruzadas

Ambos se midieron como entrenadores de Las Palmas y del Valencia para luego formar una dupla en el conjunto de Mestalla con José Ramos Costa como presidente. El paraguayo sólo aguantó 23 jornadas

Paco Lloret

Valencia

Sábado, 10 de febrero 2024, 00:59

El debut de Manolo Mestre como entrenador del Valencia estuvo acompañado de una resonante victoria. El viejo estadio Insular fue el escenario del triunfo valencianista por 2-4 en la cuarta jornada de la Liga 75-76. En el banquillo local se sentaba el paraguayo Heriberto Herrera, más conocido como el 'sargento de hierro'. El entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas también tenía otro sobrenombre: 'H.H II', para diferenciarlo del controvertido Helenio Herrera, con quién compartía siglas.

En la segunda vuelta del campeonato, el cuadro canario le devolvió a la moneda al Valencia y se impuso en Mestalla por 0-1 en partido televisado que cerraba la vigésimo primera jornada. El único gol de la noche fue obra de Miguel Ángel. Una de las singularidades del encuentro fue que el conjunto canario vistió con camiseta roja en lugar de la clásica amarilla, una novedad poco frecuente en aquella época, quizás justificada porque la televisión era todavía en blanco y negro. El tropiezo del Valencia produjo un fuerte desencanto en la grada. El conjunto isleño nunca había sido capaz de vencer en Mestalla. Aquella fue la primera de un ciclo de tres consecutivas.

Antes de concluir la temporada, mientras el Valencia empezaba a planificar una renovación profunda de la plantilla con una agresiva política de refuerzos, se inició la búsqueda del entrenador que dirigiera un proyecto tan ambicioso. Heriberto Herrera fue el elegido. Su trayectoria en el fútbol español no era especialmente brillante, a principio de los años sesenta había ascendido con el Espanyol a primera como logro más destacado. Sus mayores éxitos fueron en el fútbol italiano, especialmente en la Juventus, club al que dirigió durante cinco campañas seguidas. Al frente de la 'Vecchia Signora' conquistó un título liguero. A continuación, estuvo en el Inter de Milán y en la Sampdoria.

Su estiló metódico y exigente convenció a los responsables del Valencia pese a que en Las Palmas tampoco había deslumbrado. El entrenador sudamericano asumía la dirección de una plantilla rutilante, en la que destacaba la célebre delantera formada por: Rep, Diarte y Kempes. Heriberto Herrera se aplicó en conjuntar un equipo dotado de calidad que respondiera a la tremenda expectación levantada. A su lado, estuvo como ayudante Manolo Mestre. Los inicios confirmaron las previsiones más optimistas. El Valencia iba como un cohete. Hubo auténticas exhibiciones goleadoras y los aficionados se frotaban los ojos. Los resultados acompañaban y se alcanzó el liderato, aunque en los desplazamientos el rendimiento bajaba. La primera derrota liguera tuvo lugar en Las Palmas, ante su antiguo equipo, por 2-1 en la sexta jornada pese al gol inicial de Diarte.

Los métodos estrictos de Heriberto Herrera no eran del agrado de una mayoría de la plantilla. El cisma se escenificó en el Camp Nou, cuando el Valencia salió goleado y se descolgó del primer puesto de la clasificación. Su enfrentamiento con el holandés Rep a quién, incomprensiblemente, sacrificó en la alineación, fue el principio de su final. Sólo era cuestión de tiempo. Los valencianistas aguantaron en la lucha por la cabeza del campeonato hasta enero. Al mes siguiente, coincidiendo con la visita de Las Palmas, se selló su destitución. Miguel Ángel volvió a marcar y los insulares se impusieron en Mestalla por 1-2. Pasieguito tomó las riendas en un par de partidos y posteriormente, Manolo Mestre fue el encargado de dirigir al Valencia hasta el final de la campaña 76-77.

Heriberto Herrera permaneció en el cargo durante 23 jornadas, en las que el equipo fue de más a menos. En los partidos más exigentes se mostró excesivamente conservador, no ganó ninguno de los duelos directos contra los mejores del torneo, salvo ante el Athletic, finalista de la Copa del Rey y de la Copa de la UEFA. En el trato con los futbolistas, 'el sargento de hierro' hizo honor a su mote y no acabó de ganarse la confianza del plantel. Ni siquiera 'Lobo' Diarte, compatriota suyo, sintonizó con el entrenador. A Heriberto le faltó tacto y mano izquierda para conducir el proyecto. Probablemente, influenciado por su etapa italiana, quiso convertir al Valencia en una escuadra de corte opuesto a su perfil.

En el siguiente ejercicio fue reclamado a mitad de temporada por el Espanyol, que se encontraba en una comprometida situación en la tabla. Se enfrentó al Valencia en Sarrià en un vibrante partido que concluyó con empate a dos. Mario Alberto Kempes, que iba camino de su segundo Pichichi, logró los dos goles visitantes, uno de ellos de bellísima factura, que pusieron el 0-2 en el marcador a la media hora. Marañón y Solsona salvaron más tarde los muebles para los locales.

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