La hora de que el valencianismo ponga dinero para echar a Lim

La iniciativa ya está en la calle y tiene de margen hasta el 21 de marzo. Se ha puesto en marcha una página web (www.112vcf.es) para que allí, tan sólo poniendo el nombre, apellidos y DNI se especifique –sin mucho más rigor– cuánto dinero estaría dispuesto a desembolsar de manera individual cada uno para, una vez contabilizado todo y a través de una sociedad creada a tal efecto (el dinero no se podrá tocar y sólo se destinará a la compra de títulos y en caso contrario se devuelve íntegro), plantearle al empresario de Singapur una negociación para recuperar el control de la sociedad. No sólo hay algunos empresarios que han manifestado su intención de aportar ya alguna suma (cada quince días se hará recuento vía notarialmente) sino que está planteada la opción futura de que se pudieran conceder créditos muy asequibles para aquellos interesados.

Martín Queralt expuso el proyecto (denominado '112' por el teléfono de emergencia y por los millones que resultan de los 292 millones que ha puesto Lim y los 180 de pérdidas que ha registrado) en compañía de Antonio Paños (exdirector de riesgos de Bancaja y expatrono de la Fundación) y de Fede Sagreras. Queralt habló como en él es típico desde el corazón pero utilizó una reflexión que molestó a Meriton y que provocó la reacción oficial del propio club a través de las redes sociales. «Queremos recuperar el club, no queremos pasar de un chino a un moro», aunque luego también añadió un «árabe», dijo Queralt. La respuesta del Valencia, horas después, expresaba su deseo de «condenar las declaraciones inapropiadas, irrespetuosas y con un claro sesgo discriminatorio sobre el origen de la propiedad de nuestro club vertidas por Martín Queralt... una falta de respeto y valores totalmente censurable que no debería tener cabida en nuestra sociedad».

Más allá de este rifirrafe, el quid de la cuestión será siempre convencer a Lim de que ha llegado la hora de marcharse. ¿Por cuánto? Como apuntaba Paños en su exposición, a los 112 millones de base habría que sumar otros siete millones de pérdidas del último ejercicio (105). Paños insistió que el Valencia «vale 17 millones».

Queralt apeló al sentimiento del valencianismo. «Este será el ultimo paso que dé, por muchas razones. Si sale bien, estaré contento y si no, pues no. Hay que ver si el valencianismo está dispuesto a pasar de las palabras a los hechos».

Recalcaron la necesidad ya vertida en otras ocasiones de establecer un «cordón sanitario» a Meriton –en clara referencia a los responsables políticos valencianos–, con el fin de «evitar el pelotazo urbanistico» que se pretende crear con el convenio del nuevo Mestalla. «Es un cuerpo extraño, un tumor, un virus… y todos los síntomas son muy preocupantes. Se han enfrentado a la afición, a la clientela y a las administraciones porque no hay cosa que no haya ocurrido que no esté judicializada. Deportivamente, han triturado y es una manera amable de decirlo, lo que había. No teníamos necesidad de mil millones en operaciones, apuntaba Paños, que añadía que »este es un club que se muere y lo que hacemos es pulsar el botón de emergencias«.