Ilaix Moriba, un enigma en manos de Bordalás

Con Daniel Wass en Madrid pasando la revisión médica y ultimando el contrato con el Atlético y con Ilaix Moriba listo para trabajar ya hoy mismo en Paterna con el escudo del Valencia (el club se guardará un derecho de tanteo para el verano), la nueva situación supone un inesperado desafío para Bordalás. El entrenador quería un centrocampista de experiencia y de calidad para suplir la baja del danés, y el club le ha traído un chaval de 19 años con un prometedor futuro por delante. El reto pues se le presenta ahora a Bordalás, que tendrá que moldear y sacarle desde ya todo el jugo posible a un jugador que llega a Mestalla buscando su propia identidad futbolística en la élite y con muy poca experiencia en Primera. De hecho, en la liga española ha participado en 14 encuentros, cifra bastante lejos de los 224 que ha llegado a sumar Wass con las camisetas de Celta y Valencia.

«Tiene 18 años y lo quiere todo. Ahora mismo es un jugador especial, ve el camino fácil con el balón y tiene sentido del fútbol. Si combina su calidad con el balón con la intensidad necesaria puede progresar mucho y convertirse en un gran futbolista». Así opinaba de Moriba el destituido técnico del Leipzig, Jesse Marsch, que apenas le dio bola en esta Bundesliga. El que va a convertirse en centrocampista del Valencia para los próximos cinco meses apenas ha acumulado 100 minutos de competición este curso, poco más o menos lo que jugó Jason con la camiseta blanquinegra este ejercicio y antes de marcharse al Alavés. Hace apenas unos meses, cuando todavía era jugador del Barça -fue Koeman el que apostó por él-, nadie tenía dudas de que corrigiéndole el estrés táctico que suele provocar sobre el césped, se le podría sacar mucho rendimiento, tanto por su juventud como por sus excelentes condiciones físicas.

Ahora, el internacional guineano -con un papel destacado en la reciente Copa de África- trata de recuperarse del bajón al que se ha visto arrastrado tras emigrar a Alemania después de que no llegara a ningún acuerdo con el FC Barcelona para renovar. Le quedaba un año de contrato y fue vendido al Leipzig (también el Tottenham pujó por él) por 16 millones más otros 6 en bonus, una cantidad más que respetable desde el punto de vista valencianista (lo mismo que costaron, por ejemplo, Diakhaby o Gameiro). Fue tal la tensión que se generó a su alrededor cuando el Barça y su representante no se pusieron de acuerdo en las cantidades que hasta Koeman opinó sobre él: «Mi consejo a Ilaix es que el dinero no es lo más importante».

En Valencia se va a encontrar con un entrenador exigente y con un centro del campo cogido con pinzas en que sólo Carlos Soler y Hugo Guillamón tienen garantizada la titularidad. Además, en la ciudad se encuentra su hermano Lancinet (17 años), que milita en el juvenil del Levante y que se estrenó en Copa ante el Valencia.

Ahora, lo más importante para Ilaix es debutar ya con el Valencia, algo que se puede producir este mismo miércoles que viene contra el Cádiz, posibilidad que no tendrán tan fácil los futbolistas sobre los que todavía mantiene gestiones abiertas el club. Con tres jornadas por delante, nada está decidido todavía y cada día se suman más nombres a la lista de pretendidos. El de este jueves fue el de Samu Castillejo, ofrecido y de quien en Italia situaban en el punto de mira blanquinegro.

Castillejo, a sus 27 años, apenas ha jugado esta campaña con el Milan (122 minutos), con el que todavía tiene hasta junio de 2023 de contrato. El ex del Villarreal se desenvuelve en la banda derecha, posición en la que esta temporada se han desenvuelto desde Foulquier hasta Yunus (aunque Bordalás lo ve más por el centro), incluyendo también a Helder Costa.

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