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El atractivo partido se tiñó de polémica. Un inexistente penalti de José Luis Gayà sobre el escurridizo Ansu Fati marcó el encuentro. La pena máxima, transformada por Memphis en el minuto 42, indignó a todos los estamentos del Valencia. Ricardo Arias, la voz del ... club en el Camp Nou, fue el primero en poner el grito en el cielo. No se mordió la lengua durante el descanso del encuentro. El legendario jugador blanquinegro, ahora embajador de la entidad, lamentó la falta de rigurosidad del árbitro. Los de José Bordalás, que dieron la talla frente al Barça, se marcharon con los bolsillos vacíos.
En la acción que encendió los ánimos del Valencia, Gayà en absoluto derribó a Ansu Fati dentro del área. Inexplicablemente, Jesús Gil Manzano renunció a la posibilidad de revisar la jugada en el monitor. En el descanso, con un período por delante, Arias estalló.
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«Estoy sorprendido y molesto. El único que no ha visto la jugada clara ha sido el árbitro. No entiendo que una jugada así, con tanto peso en el marcador, ni se consulte al VAR. Se ve claramente que toca el balón con la pierna. Se pita el movimiento del jugador del Barça. Él hace lo que debe hacer un delantero, que es tirarse de cabeza al sentir la pierna. No entiendo el motivo de esa decisión tan rápida», afirmó en Movistar+ Arias, quien se temía que el controvertido gol iba a convertirse en una losa demasiado pesada: «Hemos salido a competir al Camp Nou. Nos hemos adelantado y, con esta jugada tan discutida, al Barça se le da mucha ventaja. No hace falta que al Barça le regalen estas cosas para ganar los partidos».
A Gayà le costaba creer que el colegiado hubiese señalado tal penalti. «¡Toco balón, te lo juro!», le decía una y otra vez a Gil Manzano. De nada sirvieron las quejas. Al concluir el descanso, el capitán valencianista seguía dando vueltas al asunto. Así, al salir de los vestuarios, caminó hacia el centro del campo pidiendo nuevamente explicaciones a Gil Manzano. Complicado, por no decir imposible, comprender la postura del árbitro extremeño.
Tras el pitido final, Gayà expresó su desconcierto. «No he visto la jugada. Todos coinciden en que llego y toco el balón, pero luego te ponen la imagen a cámara lenta. Es lo que hay. Yo toco el balón, en la televisión no sé que puede parecer. El año pasado ya me pitaron un penalti dudoso, pero no pasa nada. Está bien», comentó con una sonrisa irónica y refiriéndose a la pena máxima por manos durante el partido contra el Villarreal disputado el pasado mes de marzo. En aquella ocasión, el esférico impactó en el brazo del de Pedreguer, quien estaba de espaldas.
Sobre su conversación con Gil Manzano, el lateral se mostró contundente: «Desde una toma se ve que toco el balón y en otra parece que no. Es lo de siempre, pitan lo que quieren». En la misma línea se pronunció el entrenador blanquinegro, José Bordalás. «No es penalti y es una jugada que es determinante. Gayà me dice que toca el balón y la he visto repetida y así es. Existiendo el VAR y estas tecnologías, no entendemos que se haya pitado. Estamos indignados».
Ayer, precisamente, Gayà reaparecía después de un mes convaleciente por una rotura fibrilar en los isquiotibiales. El de Pedreguer, un futbolista que marca la diferencia, volvió a lo grande. A los 13 minutos, abrió la lata con una extraordinaria diana.
El de Gayà no fue el único retorno. Y es que el otro líder del equipo, Carlos Soler, también regresaba al equipo tras una lesión. En esta ocasión, en el abductor. El centrocampista valenciano, quien acarició el gol con un cañonazo al poste, desveló en Movistar+ más detalles alrededor del penalti: «Ansu me dice que es muy dudoso, creo que es una oportunidad que hay que ir al ver al VAR, porque está para ayudar al árbitro».
Al margen de Soler y Gayà, hubo un protagonista en el Valencia. Y es que Gonçalo Guedes desequilibró, generó espacios y tuvo ocasiones. Y disputó buena parte del encuentro con molestias, ya que al cuarto de hora recibió un duro golpe de Gavi. Tras unos instantes de dudas y problemas, pudo continuar. Eso sí, en el minuto 74, se marchó cojeando al ser sustituido por Yunus. Su estado físico genera inquietud, ya que se encuentra a un alto nivel.
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