Brasanac chuta a portería en presencia de Paulista y Parejo. :: efe

Indisposición en la portería

Ciellessen no viaja por un episodio de vértigos, Jaume vuelve a encajar tres goles y Correia evidencia que está a años luz de Nacho Vidal, un descarte de Marcelino

Lunes, 28 de octubre 2019, 00:01

El asedio a la portería del Valencia por parte de los puñales de Osasuna, es complicado ver en el fútbol moderno a un equipo tan activo mordiendo durante los 90 minutos cuando juega ante su público (30 partidos sin perder en casa no son casualidad), terminó con tres goles perforando la red. Jaume Doménech realizó 12 paradas. En el balonmano, 12 bloqueos de 15 disparos a portería sería un gran porcentaje... pero en el fútbol el guardameta es penalizado cuando le meten tres. Le tiren lo que le tiren. Es cierto que en el segundo pudo salir para evitar que un jugador de 171 centímetros marcara de cabeza en el área pequeña tras el resbalón de Correia y que en el tercero el despeje al corazón del área es un peligro contra delanteros avispados... pero sería injusto salvar al desastroso sistema defensivo del Valencia anoche en Pamplona. Muchos de esos 15 disparos que encontraron portería tuvieron a los centrales de Celades como espectadores de lujo, como si fueran esos corredores de San Fermín a los que les rozan las astas sobre el empedrado.

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La portería indispuesta, Jaume Doménech ha encajado 6 goles en los 2 partidos que ha disputado esta temporada (el anterior fue el 3-3 contra el Getafe en Mestalla), arrancó en la madrugada del domingo. Una indisposición de Ciellessen, con un episodio de vértigos por un dolor vertical, activó todas las alarmas. El Valencia tenía que volar hasta Pamplona pocas horas después con lo que el club contactó con Cristian Rivero, el portero de Mestalla, para que cambiara su viaje a Paterna, donde tenía una cita con el filial para enfrentarse al AE Prat, por un billete con el primer equipo. A primera hora de la mañana, Jaume fue sabedor del cambio de rol.

A buen seguro que hoy, en los debates del café y en las tertulias con los amigos o en el trabajo, se hablará de la falta de entendimiento del portero de Almenara con Garay y Paulista. Es cierto que en varias jugadas, entre remate y remate del Osasuna, ese halo de indecisión fue un claro veneno. En el primer gol de los rojillos el balón se paseó con billete de ida y vuelta sobrevolando al cuarteto defensivo y a su portero. Sumando el debut de Jaume frente al Getafe, la variable que también admite debate es la presencia de Thierry Correia. El portugués es, de momento, un colador en defensa y el Osasuna exprimió sus carencias.

La presencia de Nacho Vidal en ese lateral derecho, pero defendiendo la camiseta rojilla, a buen seguro que también será una guindilla de ese debate. El de El Campello fue rescindido en Mestalla porque no entraba en los planes de Marcelino García Toral. Cada caso con su justo enfoque. La comparación del nivel del valenciano con el portugués, por el que Jorge Mendes se embolsó 2 millones en comisiones, es tan llamativo como frustrante. Y contradictorio, por lo de la ‘apuesta por la cantera’ que defiende Meriton.

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