El Valencia no va por buen camino y lo peor de todo es que Javi Gracia ha pasado de ser el único capacitado para arreglar el entuerto de plantilla que había dejado Meriton a convertirse para la afición en uno de los partícipes de que el equipo no levante cabeza y hasta hay voces que reclaman un cambio de banquillo. Se le han acabado las excusas al entrenador para los trece partidos que faltan. El Valencia actual no está para luchar, por ejemplo, con el Villarreal de Emery –próximo rival– por plaza europea, pero sí para plantarle al menos cara a un Getafe que hasta el sábado arrastraba el dudoso honor de ser el equipo menos goleador de Primera con 17 en 24 partidos (0,7 de media). A Cillessen le hizo 3 en 90 minutos, la mayor goleada en Liga sufrida por el Valencia esta temporada (el último resultado así fue contra el Real Madrid en Valdebebas en junio pasado). ¿Qué factores han hecho que a Gracia se le vea ahora desde otro punto de vista?
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Sólo peor con Osasuna
Si se pusieran en un mismo saco todos los partidos que ha dirigido Gracia con el Valencia y se estableciera la media de puntos comparándola con sus equipos anteriores (Watford, Rubin y Málaga), sólo con Osasuna (2013-14) obtiene peores registros. El Valencia con 27 puntos en 25 partidos lleva 1,08 por encuentro. Con Osasuna fue inferior. Parecía que iba a salvar al equipo pero acabó bajando. En la jornada 35 estaba fuera de descenso pero terminó en el puesto 18.
¿Le puede echar Meriton?
Si se toma como referencia lo que ocurrió con Marcelino, es evidente que a Peter Lim no le temblaría el pulso. «Para que todos estéis orgullosos de nosotros», decía Gracia a la afición el día del anuncio de su fichaje hasta junio de 2022. Pero Lim sabe que una destitución agitaría aún más la convulsa relación que tiene con la afición, que sabría sacar partido a este hecho como generosa munición.
Un equipo sin mordiente
En verano, a Gracia se le elogiaba por haber conseguido que el vestuario estuviera tan unido en el esfuerzo que de alguna forma se compensaban las graves carencias de los futbolistas. El Valencia actual funciona sin alma, sin mordiente y salvando muchos partidos casi por circunstancias poco sólidas.
Falta de reacción en Getafe
Nunca se dio cuenta el Valencia ni su entrenador de que en Getafe hacía falta una aportación extra para igualar las fuerzas. La dureza local nunca fue contrarrestada ni por una mayor contribución de contundencia ni por una demostración de mayor calidad. No se supo reaccionar desde el banquillo y dejaron pasar muchos minutos sin cambios. El primero, forzado por la roja a Diakhaby, llegó tres minutos después de la expulsión pero el siguiente (el de Gameiro) casi un cuarto de hora después, ya con 2-0 desde hacía trece minutos. Nada mejoró.
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El grave problema de Guedes
Es el quinto partido (segundo consecutivo) que se queda Guedes sin jugar un solo minuto. El castigo dura más de lo que la gente se podía imaginar. ¿Cómo puede ser que el jugador franquicia no salga ni cuando el equipo va perdiendo? El problema con el futbolista más caro de la historia del club se está haciendo cada vez más grande. En Getafe jugó un diestro como Yunus por la izquierda (fracasó). El portugués tiene que despertar en la misma medida que Gracia acertar para incentivarlo y recuperarlo.
¿Por qué no salió Vallejo?
Se puede llegar discutir que Vallejo no acaba del todo de funcionar cuando sale de titular, pero es difícil comprender que se quede en el banquillo cuando su equipo necesita gente que se entregue como él y que, encima, tenga olfato de gol cuando más lo necesita. En Getafe, 0 minutos.
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