Traspaso fallido de Javi Guerra al Atlético

Ese acuerdo, cerrado directamente por Peter Lim con Miguel Ángel Gil Marín, era de un traspaso de 25 millones fijos, 5 en variables y un 25% de una futura venta del jugador. A partir de ese acuerdo, durante el lunes y el martes se redactaron los contratos a falta de firma. La del conjunto madrileño no llegó con lo que la operación se rompió. Tan claro estaba todo, antes del giro del Atlético, que Javi Guerra entrenó el martes en solitario y este miércoles por la mañana ni se ejercitó. Con todo previsto para pasar el reconocimiento médico en Madrid, tuvo que regresar al trabajo en Paterna. Hasta la presentación de Dani Gómez, prevista para el miércoles, se retrasó al jueves para evitar un solapamiento de información. Ya no ocurrirá.

Lo que ha quedado claro en esta operación fallida es que Javi Guerra es transferible este verano para Meriton, en la operación anual que está buscando en los últimos veranos el máximo accionista para cuadrar las cuentas anuales. No sólo porque se había cerrado un acuerdo con el Atlético, que ya de por sí es una prueba de ello, sino porque el madrileño ha sido el segundo club con el que el Valencia ha negociado en este mercado el traspaso del de Gilet. Si no es jugador de la Real Sociedad hace una semana es porque la oferta del conjunto vasco, de 18 millones fijos más variables, no fue autorizada por Peter Lim.

El valenciano, en ningún momento, ha realizado declaraciones dejándose querer por ningún equipo. Es más, con él la hemeroteca recuerda que dejó claro que su intención es cumplir su contrato, fue renovado hasta 2027 hace poco más de un años, y no salir del equipo que entrena Baraja «si no es que me tiran o algo», tal y como expresó el pasado 2 de enero tras una victoria contra el Villarreal en Mestalla. Lo que queda claro es que hasta que no se cierre el mercado de fichajes, es uno de los jugadores que tiene el cartel de transferible para Meriton al ser uno de los que tiene más caché y ninguna amortización pendiente. El mismo caso que el de Mamardashvili. Ahora, hasta nueva orden, seguirá en la plantilla valencianista. Tras el entrenamiento de este miércoles por la tarde fue de los últimos en abandonar Paterna. Allí le esperaban varias jóvenes aficionadas que estaban todo el día haciendo guardia y que no pudieron reprimir su emoción tras saludar a su ídolo. «¡Quédate en el Valencia!», casi le suplicaron. Él respondió con una gran sonrisa.