Jordi Alba desvela su momento más duro en el Valencia CF: «Me derrumbé, era hablar y llorar»

Jordi Alba disfruta actualmente del fútbol en el Inter de Miami junto a Leo Messi después de una exitosa carrera en clubes como el Valencia CF o el FC Barcelona y también en la Selección Española, donde fue campeón de la Eurocopa en 2012. Ahora, el lateral izquierdo ha concedido una entrevista para el podcast 'Offsiders' en la que ha repasado su trayectoria, desvelando también el momento más complicado en el club de Mestalla.

El de l'Hospitalet de Llobregat se incorporó al juvenil del Valencia procedente del Cornellà y sus inicios no fueron fáciles: «Fue duro para mí porque yo soy una persona muy familiar y fue duro porque aún teniendo 17-18 años... Yo me acuerdo de ir en el coche con mis padres y me dejaron en la residencia y se fueron. Esa tarde entrené y me derrumbé, estuve un mes fastidiado porque estaba bien pero echaba mucho de menos a mi familia. Era hablar con ellos por las noches y llorar. Hablar y sin que se dieran cuenta ponerme a llorar al colgar. Fue duro pero también me vino bien irme de casa y salir del entorno. Era un proyecto bonito en el Valencia».

Pese a esos inicios complicados, recuerda con cariño esa etapa: «La gente de tercer año juvenil ya no puede estar en la residencia del Valencia pero a mí me dejaron estar porque era mi primer año. Estaba con niños de diez años, era el más mayor. Estuve espectacular, la gente me ayudó muchísimo».

Alba también rememoró el rápido crecimiento que tuvo en el club: «Estuve en el juvenil dos meses o tres y me llamaron para el filial. Estuve jugando en tercera división y subimos ese año. También me convocó Koeman para un partido, fui con el equipo pero al final me dijeron que no entraba en la convocatoria».

El ex del FC Barcelona explicó que vivió un sueño estando al lado de las que eran las estrellas del Valencia en ese momento: «Para que te llame el primer equipo sí que tienes que destacar. Para mí fue todo muy rápido. Estuve sorprendido por la nueva demarcación que tenía que era extremo donde no había jugado en mi vida. Cuando iba a entrenar con el primer equipo ya veía a los que eran mis ídolos. Estaban Cañizares, Angulo, Albelda, Vicente, Baraja, Joaquín, David Villa, Mata, Silva... te puedo decir mil. Era espectacular, un equipazo.

Y con humor, desveló el respeto que tenía a los pesos pesados del vestuario: «Flipé porque allí la gente del filial íbamos a desayunar y en la mesa de al lado estaban Albelda o Baraja. Era todo muy familiar pero no me lo creía. En los primeros entrenamientos iba con pies de plomo. Tengo muchas anécdotas, pero alguna vez me metía en el rondo, los jóvenes se suelen meter dentro, pero si yo salía y fallaba Albelda le decía: 'Ya voy yo'».

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