Javier Martínez
Valencia
Viernes, 6 de septiembre 2024, 13:32
La joven de 21 años que denunció a Rafa Mir por un delito de agresión sexual incurrió en varias contradicciones en la primera versión ... de los hechos que dio a una policía local de Bétera y el relato de la denuncia que presentó horas después en un cuartel de la Guardia Civil.
Publicidad
La chica declaró en el juzgado que le había contado todo lo ocurrido a los policías locales de Bétera que acudieron al chalé. Tres agentes y un oficial se desplazaron con urgencia a la urbanización Torre en Conill tras recibir un aviso de que dos jóvenes semidesnudas estaban gritando en la calle y necesitaban ayuda.
La víctima manifestó también que «le contó todo» a la policía mujer, y que los demás agentes no se habrían enterado porque estaban apartados. Pero dos días antes, la joven habría declarado «algo completamente distinto ante la Guardia Civil», según la defensa del jugador del Valencia.
El relato de su denuncia afirma textualmente: «Quiere señalar, que tras contarle a la única agente femenina de Policía Local que allí se encontraba, todo lo ocurrido, que Rafa Mir le había introducido (...) por la fuerza, y bajo su impresión le parecía que los agentes de Policía Local varones no creían lo que ellas narraban, no mostrando mucho interés en averiguar lo sucedido e incluso manteniendo estos, conversación distendida (con el jugador del Valencia y uno de sus amigos amigos) mientras se reían».
Publicidad
Sin embargo, las relaciones sexuales que mantuvo Rafa Mir con la joven habrían sido consentidas por ambos, según el atestado de la Policía Local de Bétera. Prueba de ello son los siguientes párrafos: «Que preguntada por lo sucedido, la cual se encontraba sollozando sentada en el jardín de la vivienda, narra la historia, indicando que han conocido a estos jóvenes en la discoteca (...), y ha estado toda la noche en plan cariñoso con Rafael y al ir a la vivienda de este, y Rafael han empezado a tontear en el taxi, por lo que se ha sentido molesta por la situación y ha discutido con su amiga».
«Que al llegar a la casa ha hablado con Rafael, y le ha dicho que le gustaba ella. Posteriormente de forma consentida se han marchado a un baño de la vivienda, donde han intimado y Rafael le ha introducido (...) Ella le ha dicho que parara, haciéndole caso y han salido otra vez a la piscina...».
Publicidad
El abogado Jaime Campaner, que defiende al jugador del Valencia, considera que la contradicción de la denunciante sobre el consentimiento de la relación sexual es «insalvable donde las haya». Durante la declaración de la víctima ante la jueza de Llíria, el letrado puso de manifiesto la contradicción y la chica «no pudo ofrecer una explicación razonable al respecto».
Con el argumento de las dos versiones, el letrado ha solicitado a la magistrada que tome declaración como testigos a los tres agentes y al oficial de la Policía Local de Bétera que intervinieron en el auxilio a la víctimas. «Es, pues, momento de contrastar con inmediación y contradicción el testimonio de (...) con el de los funcionarios de la Policía Local de Bétera», señala el escrito remitido al juzgado.
Publicidad
Según la defensa de Rafa Mir, la agente femenina no conversó de modo privado con la víctima, y el relato que escuchó es el mismo que la joven contó al oficial y que consta en el atestado policial.
Campaner también resalta en su escrito que la denunciante «no habría relatado la comisión de hecho delictivo alguno» cuando los policías locales de Bétera le prestaron auxilio sobre las nueve de la mañana del pasado domingo.
Los hechos que motivaron la detención de los futbolistas Rafa Mir y Pablo Jara sucedieron en el chalé del jugador valencianista, en una urbanización Torre en Conill de Bétera, horas después del partido que disputaron el Valencia y el Villarreal.
Publicidad
El encuentro terminó sobre las 23.30 horas, y Mir jugó unos minutos en Mestalla. Después acudió con dos amigos a una conocida discoteca de Valencia, donde conocieron a dos chicas de 21 y 25 años. Los cinco jóvenes se trasladaron en dos taxis desde Valencia a la urbanización Torre en Conill para continuar la noche de fiesta en el chalé de jugador valencianista. Este subió con las dos chicas en la parte trasera de uno de los vehículos, y los otros dos varones cogieron otro taxi.
Durante el desplazamiento, las dos jóvenes ya comenzaron a discutir porque la más joven ya se había enrollado en la discoteca con el jugador del Valencia, y no le gustó que, delante de ella, el futbolista manoseara a la otra, según la versión de los acusados.
Noticia Patrocinada
Una vez dentro del chalé continuaron los tocamientos y las relaciones sexuales en un cuarto de baño y la piscina, pero con diferentes versiones en cuanto al consentimiento de las chicas. Una de las víctimas relató en su denuncia la agresión sexual. La joven declaró que Rafa Mir «la introdujo en el baño y cerró la puerta con pestillo».
También manifestó que comenzó a llorar y que le suplicó que la dejara salir, pero él «la sentó encima de un lavabo para introducirle (...) sin quitarle la falda pantalón». La chica volvió a decirle que quería irse porque su padre iba a recogerla, pero el delantero del Valencia continuó la agresión sexual, según la versión de la víctima.
Publicidad
En sus denuncias, las jóvenes reconocieron que ellas aceptaron la proposición de continuar la noche de fiesta en el chalé de Mir. Pero uno de los amigos del futbolista, Pablo Jara, empezó a manosear a una de las chicas en la piscina, y ella le recriminó su actitud. Se produjo entonces una discusión porque ella no consintió los tocamientos, y este individuo le propinó un guantazo, tiró del chalé a las dos jóvenes y cerró la puerta.
Las víctimas se quedaron entonces en la calle en ropa interior. Un vecino de la urbanización escuchó gritos cuando las chicas pidieron que les devolvieran la ropa, que fue lanzada a la calle por encima de la valla, y discutieron con sus agresores.
Publicidad
La chica de 21 años presentó una denuncia contra Mir y le acusa de agresión sexual con acceso carnal, mientras que Pablo Jara fue inculpado por otro delito sexual, pero sin acceso carnal, tras manosear a la otra joven sin su consentimiento en una piscina.
Los dos futbolistas negaron haber cometido los delitos y declararon que las relaciones sexuales que mantuvieron con las jóvenes, en el cuarto de baño y la piscina, tuvieron lugar con el consentimiento de ellas.
Publicidad
En actualización
Esta es una noticia de última hora y estamos trabajando para ampliar la información. Sigue toda la actualidad en lasprovincias.es
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.