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Ni luchan por no bajar ni tienen mal de altura. Nunca el Girona FC, rival este sábado del Valencia, había estado catorce jornadas después de ... empezar la Liga en el segundo puesto y, ojo, sólo superado por el Real Madrid por diferencia de goles. Precisamente, los madridistas han sido los únicos que les han ganado (0-3). El Athletic rascó este lunes un empate (1-1) y la Real Sociedad sólo pudo igualar a uno en Anoeta, el resto han sido victorias del conjunto catalán. El Girona es equipo satélite del Manchester United y tiene al hermano de Guardiola, Pere, como presidente del consejo y uno de los máximos accionistas. « Lo del filial del City son tonterías», dice con contundencia Guardiola. Allí trabaja como entrenador de porteros Juan Carlos Balaguer (Valencia, 6-5-1966), quien fuera guardameta, entre otros, del Mestalla (1984-90), Albacete (5 temporadas en Primera) y Levante (1997-98). Él es el principal responsable de que el argentino Gazzaniga promedie algo más de tres paradas por partido (3,21), algo más que Mamardashvili (2,57).
–¿Ya se lo creen después de catorce partidos?
–Aquí no hay nada hecho todavía. El deseo es cumplir nuestro primer objetivo, que no es otro que salvar al equipo y a partir de ahí, ya podemos pensar en cotas más altas. Lo que está claro es que el Girona tiene muy buen nivel y compite fenomenal.
–Seguramente hay cierto temor a que los futbolistas se relajen...
–Los jugadores se creen las cosas y lo tienen muy asumido. Sólo hay que verlos entrenar en el día y a día. A pesar de que hemos empezado algunos partidos perdiendo, se ve que en cualquier momento se puede remontar.
–¿Cuál es la pócima para que estén segundos?
–Entre otras cosas, que haya gente que lleva bastante tiempo con el entrenador y eso les hace tener las ideas muy claras. Nos conocemos todos muy bien y la dirección deportiva ha acertado plenamente con los fichajes.
–¿Es Míchel el mejor entrenador con el que ha trabajado?
–Uno de los mejores, sin duda.
–¿Qué tiene que le pueda diferenciar del resto?
–Principalmente, trabaja y estudia muy bien al rival. Sabe en todo momento lo que tiene que hacer para, por ejemplo, salir de la presión que te puedan hacer, para planificar la estrategia de ataque... es un gran entrenador.
–¿La clave es la fe que tiene ese vestuario en su trabajo?
–De momento se podría decir que todo el mundo va en la misma senda, las pautas que dicta el míster las siguen todos, tanto los que juegan como los que no.
–A 27 puntos del descenso... es para pensar en Europa.
–No nos vamos a engañar, van pasando las jornadas y seguimos estando ahí arriba.
–Sin embargo, se da por hecho que en algún momento van a resbalar.
–No sé si pasará pero ya le digo que la gente está muy mentalizada de que vamos a ir partido a partido y compitiendo cada vez.
–La situación del Girona se ve con envidia en Valencia, con los continuos problemas que hay y que bien conoce usted.
–Me he criado ahí y siempre he seguido la actualidad del Valencia. Me sabe muy mal lo que le pasa, evidentemente, pero son ciclos y supongo que poco a poco se irán haciendo las cosas mejor para volver a ser el Valencia el equipo que antiguamente era.
–Es curioso pero este sábado el Valencia es el que va de víctima.
–Va de víctima porque está por detrás en la clasificación pero tiene futbolistas para complicarnos la vida. No hemos tenido ningún partido fácil, al contrario, son todos muy complicados. El Celta por ejemplo se nos metió atrás y nos costó bastante (1-0). En Primera es muy complicado ganar y más nosotros, que en teoría no deberíamos estar donde estamos.
–El Valencia se maneja mejor en casa pero fuera su seguridad atrás baja bastante.
–Los chavales están demostrando que son muy válidos, no nos podemos fiar desde luego.
–Decía Míchel el lunes que fue el Athletic el mejor equipo al que se ha enfrentado, por el trabajo de los Williams y de Sancet.
–Estoy de acuerdo, eran difíciles de controlar porque físicamente demostraron que son de los mejores de la Liga.
–¿Qué destaca de este Valencia?
–Que saben competir y los jóvenes Fran, Javi Guerra y Diego López han demostrado que saben hacer las cosas. En una situación como la que tienen, han sabido llevarlo bien. La gente se pensaba que iban a tener más problemas y me alegro que al menos estén en una zona tranquila y sin los agobios del año pasado.
–¿Qué dice de Mamardashvili?
–Para la edad que tiene es un portero de muchísima proyección, ha demostrado ser bastante seguro y le ha dado muchos puntos al Valencia. Evidentemente todos los porteros tienen errores pero hay que tenerlo muy en cuenta.
–Sorprende la apuesta del Girona por el buen trato del balón.
–Desde que llegó Míchel aquí es lo que siempre se ha hecho. No sé si sorprenderá a la gente pero llevamos tres años, uno de Segunda, con la misma filosofía.
–Destacaba usted la continuidad en el proyecto, algo que se echa en falta en Valencia.
–Es más importante de lo que parece. La gente se acostumbra a trabajar y a jugar con unas condiciones determinadas. Eso facilita mucho las cosas. Además, los veteranos que tenemos saben manejar el vestuario e impiden que la gente se salga del tiesto. Es una gozada el día a día aquí.
–¿Varía mucho el Girona en función del rival?
–Hay matices que cambian pero el modelo apenas varía.
–Aquí en Valencia hay una lucha constante con el máximo accionista y ustedes están vinculados al City. ¿Cómo se asume eso allí?
–Aquí la gente no protesta, para nada. Aquí se deja trabajar muy bien, la secretaría técnica siempre está al lado de nosotros, en el día a día. De ahí viene parte del éxito del Girona, de la armonía que tenemos con la secretaría técnica.
–¿Cómo se vinculó a Míchel?
–Por mediación de su representante, José Tárraga –ex del Valeencia–, que es un gran amigo mío. Fue una casualidad.
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