-kSCC-U120993225025cu-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
-kSCC-U120993225025cu-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
juan carlos valldecabres
Lunes, 7 de diciembre 2020, 23:56
Llegará este viernes Anil Murthy a la junta de accionistas sin poder presumir de equipo. Al menos en lo que se refiere a la clasificación. El presidente, que tiene claro que uno de los mensajes que pretende hacer calar entre la afición es el de apostar por los jóvenes y el de sacar pecho a nivel internacional por los valores de la Academia, se va a encontrar -al menos virtualmente- con unos accionistas con la mosca detrás de la oreja. Nunca es plato de buen gusto echar un vistazo a la tabla y tener que agachar la vista para encontrar al equipo. A punto de pasar el primer tercio del campeonato, el Valencia empieza a tontear peligrosamente con el descenso. Si el remate claro que falló Gameiro -uno más- en los últimos instantes hubiera entrado, el equipo de Javi Gracia habría dado una importante bocanada de aire.
Noticia Relacionada
Pero no fue así y la cosa sigue con un tono gris tirando a oscuro. A dos puntos del descenso en la jornada doce invita a reflexionar a unos y a otros de que el equipo tiene lo que tiene y a veces no da para más.
También es verdad que para estar ahí no hace falta tampoco mucho más en lo que a plantilla se refiere. El ejemplo es fácil. La temporada pasada, tras la jornada doce, el Valencia también estaba colocado en la misma posición que ahora: decimotercero, pero a ocho del descenso. El Valencia, ya con Celades, había ganado precisamente ese día al Espanyol (1-2) pero el asunto pintaba ya regular, aunque en Champions se medio funcionaba. La diferencia, obvia, es que aquellos jugadores podían mantener por experiencia en algún momento la cabeza fría y no dejarse superar por las turbulencias de verse metidos ahí abajo. Sin embargo, este grupo, entre otras cosas, está bastante tierno todavía y habrá que ver el comportamiento de unos y otros si la clasificación empieza a endurecerse todavía más.
Es por todo eso por lo que ahora da la impresión de que cada partido se hace, por desgracia, contra un rival directo que también quiere evitar apuros. El Eibar llegaba a la cita de ayer siendo casi el peor equipo de Primera en su propio campo. Sólo el Huesca lo ha hecho peor. Los de Mendilibar -técnico que sabe pulir joyas como Silva y Bryan- no han ganado todavía en Ipurua pero llegó el Valencia y a punto estuvo de echar abajo esa estadística, porque los vascos apretaron de lo lindo. Al menos esta vez no hubo 'torrija' blanquinegra en el arranque. Justo al minuto uno, Guedes ya buscó portería rival. El nivel general se medio mantuvo, con un juego muchas veces demasiado burdo, para acabar casi pidiendo la hora. Es lo que hay.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.