Valencia ya es formalmente una de las 15 ciudades que pugnan por ser entre las 11 elegidas para la candidatura conjunta con Portugal para acoger el Mundial de fútbol de 2030. Además, habrá tres sedes lusas. La Generalitat ha remitido este viernes la documentación a la Federación Española: esta consta de los informes de las instituciones implicadas, esto es, el propio Ejecutivo autonómico, el Ayunamiento y el Valencia.
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Hoy viernes termina el plazo para que Valencia, con el nuevo Mestalla como reclamo y también en el aire, aspire a ser una de las sedes del Mundial 2030 de fútbol y esta misma mañana, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de la ciudad ha sometido a votación y de manera formal la candidatura. Según ha comentado posteriormente el concejal Sergi Campillo, la propuesta -una más entre las 91 que se han tratado en la reunión- ha contado con el respaldo de los dos grupos que gobiernan. «Ha habido unanimidad en la junta de gobierno y lo hemos aprobado por unanimidad», decía el edil.
En su opinión, esta propuesta que engloba por igual tanto al Valencia CF como a la Generalitat y al Ayuntamiento, «es una muestra más de la potencia de la ciudad para acoger acontecimientos de carácter internacional, en este caso un partido del Mundial. Eso demuestra la potencia y la capacidad de la ciudad. Es un factor de atracción para visitantes para el futuro».
Este viernes, tanto Ayuntamiento como el Valencia tenían que remitir sus respectivos escritos a la Generalitat para que a través del área de deportes de Josep Miguel Moya se diera el oportuno traslado a la Federación Valenciana y de ahí a la Federación Española.
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Será en las próximas semanas cuando la Federación Española haga la oportuna criba entre las aspirantes a sede ya que deben quedar en el grupo elegido tan sólo once de las quince propuestas que aspiran a acoger alguna cita mundialista, en el caso lógicamente que la FIFA otorgue la organización a la candidatura española-portuguesa.
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El nuevo Mestalla, como así ha quedado claro por todas las partes implicadas, debe tener un aforo 'neto' de 60.000 espectadores para tratar de aspirar a acoger una semifinal. Eso implica que como mínimo la capacidad podría rondar los 67.000. Habrá que ver no obstante cómo se resuelve el asunto porque desde la concejalía de Urbanismo de Sandra Gómez tienen muy claro que el convenio que hay que firmar y que se está elaborando debe recoger los mismos términos que implicaba la ATE ya caducada, es decir 70.000 asientos.
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