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Layhoon Chan volverá a presidir una junta en su segunda etapa al frente del Valencia. irene marsilla
La junta del récord de pérdidas de Meriton en el Valencia

La junta del récord de pérdidas de Meriton en el Valencia

El rodillo accionarial de Peter Lim aprobará la gestión de su peor temporada al frente de la entidad de Mestalla y sorteará por tercera vez en cuatro años una situación de quiebra gracias a una reducción de capital y dos ampliaciones

Lunes, 12 de diciembre 2022, 00:33

El Valencia aprobará este lunes en su junta de accionistas, entre otras cosas, gracias al rodillo accionarial de Meriton –que controla el 91,6% de los títulos del club– las cuentas de la temporada 21-22 donde el Valencia de Lim perdió 45,87 millones batiendo su propio récord en un curso económico. La paradoja, obviamente, no es única en el mundo del deporte profesional pero no deja de ser un indicativo de la perversión en la que se han convertido, en muchas ocasiones, las Sociedades Anónimas Deportivas. Dicho de otro modo, Peter Lim se volverá a aprobar a sí mismo un modelo de gestión en el que el Valencia ha dado pérdidas en siete de las ocho temporadas en las que controla el proyecto del club y será la tercera vez a la que tenga que recurrir a los mecanismos de la ingeniería financiera para salvar la quiebra de la entidad, que acumula 180 millones en pérdidas desde que Lim es el máximo accionista pese a esquilmar, a modo de ventas de jugadores, las últimas plantillas con jugadores de nivel Champions.

El informe de auditoría con el que la presidenta Layhoon Chan acudirá a la asamblea –aunque haya perdido todo el sentido la nomenclatura teniendo en cuenta que serán menos de diez los accionistas presentes– vuelve a ser demoledor. A 30 de junio de 2022, en el cierre del pasado ejercicio contable, el patrimonio neto del club se redujo a 8 millones. Un año antes era de 10,2. El informe volvió a reflejar que el patrimonio se volvió a situar «por debajo de la mitad del capital social», lo que volvió a empujar a la entidad de Mestalla a una causa objetiva de disolución a esa fecha. El Valencia de Meriton es más regular en los últimos años en estar en quiebra técnica que en competiciones europeas. Le ocurrió en 2018, en 2021 y en 2022. Es decir, la quiebra técnica sobrevuela al proyecto de Lim desde antes de la pandemia, el 'mantra' más recurrente por los ejecutivos de la entidad para justificar la dramática situación financiera de la entidad.

En esta ocasión, el Valencia utilizará una doble vía de ingeniería financiera para solventar la causa de disolución. Por un lado computará en las cuentas los 34,8 millones del préstamo del fondo CVC que ya ha recibido y, por otro, se aprobará en la junta una triple operación accionarial. La primera, una reducción de capital de 28.934.250 euros «para la compensación de pérdidas». Las otras dos, serán sendas ampliaciones de capital. La primera por un importe de 1.038.087 euros «por compensación de créditos» pendientes del Valencia con Lim, con un valor nominal de 1 euro por acción y una prima de emisión global de 16.609.392 euros. La segunda, de 1.358.891 euros, con las mismas condiciones, con el valor nominal de 1 euro por acción y de 16 de prima de emisión, lo que equivale a 21.742.256 euros. Si se culminan estas dos operaciones al completo, el Valencia tendrá 8.183.828 acciones. Si eso ocurre, uno de sus efectos perversos será elevar aún más el listón mínimo para asistir a las juntas, puesto que en ese escenario se pasaría a un mínimo de 8.183 acciones para asistir a la asamblea de 2023. Esta 'operación acordeón' para evitar la quiebra no es la primera vez que se produce en el club. En 2018, a las puertas del centenario de la entidad, ya se aprobó una reducción de capital, para pasar de 86,94 a 21,59 millones de valor contable de las acciones para compensar pérdidas. Tres años después, se realizó una doble ampliación de capital donde los pequeños tenedores de títulos suscribieron sólo 497.420 euros de compra de acciones.

Una vez solventada la tercera bola de partido de la quiebra, el gran problema para el Valencia es que no se vislumbra un futuro mejor si el club no encuentra nuevas vías de financiación, tal y como vuelve a advertir el informe de auditoria. Una de ellas sería el regreso a las competiciones europeas pero Gattuso ya es consciente de que ese objetivo lo tendrá que buscar bajo mínimo. En el presupuesto para la temporada 2022-2023 que se aprobará este lunes en la junta, el club contempla un coste en su plantilla de 73,9 millones entre lo que cuesta pagar los salarios (59,4) y las amortizaciones de fichajes (19). La temporada 2021-2022, donde el equipo certificó por tercera campaña seguida quedarse fuera de Europa, se cerró con un coste de 81,6 millones. Contando sólo los últimos tres años, el coste de la plantilla se ha reducido casi a la mitad. Todo ello para llegar a un presupuesto de gastos de 109,8 millones, de los cuales 67,9 procederán de los ingresos por televisión (tres menos que el año pasado que fueron 70,8 y lejos de los 83,2 de hace dos cursos). Es el efecto negativo de haber firmado con CVC.

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