El campo de Mestalla, una vez más, fue el escenario del estreno de uno de los mejores futbolistas de la historia, sin duda el más destacado de Alemania. A Franz Beckenbauer se le conocía por la televisión hasta que, finalmente, se le pudo ver por ... primera vez en directo en España. Sucedió en el campo del Valencia el 14 de febrero de 1968. En el mismo escenario donde Maradona debutó en la Liga de nuestro país, el campo español en el que por vez primera jugó Alfredo di Stéfano, o el mismo que vio una gran exhibición de Pelé en una noche asombrosa en la que marcó 4 goles, también puede presumir de haberle concedido la alternativa al Káiser de la selección alemana y del Bayern de Múnich.
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Su irrupción, sin haber cumplido los 21 años, tuvo lugar en el Mundial de Inglaterra 66. Allí llamó la atención por su imponente clase y la elegancia de movimientos. Los germanos se enfrentaron a España, a la que batieron por 2-1 en la fase de grupos, antes de plantarse en la final que perdieron en la prórroga contra los anfitriones. Dos años después, en 1968, el Valencia se cruzó con el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Recopa, torneo en el que participaban los campeones de Copa de cada país. En realidad, los bávaros participaban en el torneo en su condición de campeones de la edición anterior. Los valencianistas debutaban en una competición –que ganarían doce años después– tras conquistar el título en la final disputada con el Athletic.
El Valencia acumulaba ya cinco campañas jugando en Europa, todas ellas en la Copa de Ferias, habiendo sumado dos títulos después de alcanzar tres finales consecutivas, mientras que el Bayern de Múnich había debutado en la Recopa en el ejercicio anterior. No pudo tener mejor estreno porque alzó el trofeo tras vencer al Glasgow Rangers por 1-0 en la prórroga de la final celebrada en Nuremberg. El duelo había despertado una gran expectación entre los aficionados por el renombre de un rival que empezaba a despuntar en Europa y por el excelente momento de juego del Valencia. El equipo entrenado por Mundo acumulaba ocho partidos ligueros sin conocer la derrota.
La eliminatoria se vio alterada por las circunstancias climatológicas. Inicialmente, se tenía que jugar la ida el miércoles 31 de enero, pero horas antes del partido llovió en Valencia con fuerza y el colegiado, el francés Michel Kitabdjian, después de inspeccionar el estado del terreno de juego, se mostró inflexible y determinó que no estaba apto para la disputa del partido pese a las reticencias de los clubes. El Valencia se hallaba concentrado en el hotel Lido del Vedat de Torrent y los alemanes, que habían entrenado dos veces en Mestalla, la víspera por la mañana y por la noche para conocer la iluminación, aprovecharon su estancia en la ciudad para realizar una visita protocolaria al colegio Alemán, donde Beckenbauer fue el más admirado. El guardameta Sepp Maier prefirió quedarse descansando en el hotel.
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Dos semanas después, el 14 de febrero, se celebró el partido con una enorme entrada en el feudo valencianista. Los locales barrieron a los bávaros pero sólo pudieron conseguir un gol, Vilar fue su autor a los 6 minutos. Los postes y la formidable actuación del portero visitante impidieron que llegaran más goles. Para colmo de desgracias, Manolo Mestre marcó en su propia portería el tanto de la igualada definitiva. El V< alencia sumaba así el cuarto empate a uno consecutivo. Tres días antes, había igualado con el Barcelona en el Camp Nou gracias al gol de Terol en el último minuto. La semana anterior, después de haberse aplazado el choque con el Bayern, hubo empate en Mestalla con el Elche. El tanto de los valencianistas llevó la firma de Anastasio Jara y también se produjo en los instantes finales. La racha de empates a uno arrancó en El Arcángel ante el Córdoba con gol de Claramunt que adelantaba a los visitantes una semana antes.
La eliminatoria con el Bayern se resolvió a favor de los alemanes en la vuelta gracias al solitario gol de Gerd «Torpedo» Müller en la primera parte. El choque se jugó con nieve en el antiguo campo de Grunwalder, donde centenares de emigrantes españoles alentaron al Valencia. Cuatro años después, Franz Beckenbauer, ya consagrado como campeón de la Eurocopa y dos años antes de conseguir el Mundial y la Copa de Europa, jugó y ganó el Torneo Naranja, disputado en el antiguo formato triangular, tras empatar con el Valencia y vencer al Feyenoord. El Káiser, como capitán, recogió el trofeo.
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