La postal del campo de entrenamiento de Lens, con los Alpes al fondo, es la mejor fotografía de los últimos doce meses en la vida de Kang In Lee. Hace justo un año, el coreano debutó en el primer equipo en el primer amistoso del stage de Crans-Montana como bautismo a su reciente renovación hasta 2022. Tras una temporada con ficha en el primer equipo pero pocas oportunidades en el campo, algo que se quiere evitar este año porque no sería bueno para ninguna de las partes, llegó su explosión en el Mundial Sub-20. Con la vitola de MVP del torneo, las ofertas comenzaron a llamar a su puerta al mismo tiempo que el Valencia le transmitía el deseo de buscar una cesión para buscar los minutos que, a corto plazo, no le puede asegurar Marcelino García Toral. La enjundia de los equipos que están dispuestos a pagar traspaso por el jugador ha sido el ingrediente definitivo para enredar más su situación dentro del equipo. Kang In quiere jugar en el Valencia, y si eso no es posible, encontrar el mejor proyecto deportivo para hacerlo. Tras el cónclave de Singapur, el jugador y su entorno ya saben que no está en venta. Si algún equipo quiere hacerse con sus servicios tendrá que abonar íntegramente su cláusula de 80 millones.
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La entidad está tranquila con respecto a su situación contractual, puesto que si alguien paga esa cantidad se considera que sería una gran operación de mercado. El jugador sigue estando en los planes a medio plazo y el elevado precio de su libertad hace que se afronte la actual ventana del mercado con normalidad. Con la confianza de que nadie va pagar esa cantidad de dinero antes del cierre de los dos plazos, el 8 de agosto en la Premier y el 31 en la Liga y resto de principales competiciones, el club no quiere meter presión a una de sus perlas teniendo en cuenta que el 19 de febrero cumplió 18 años, con lo que todas las partes se van a tomar un pequeño periodo de reflexión para decidir el camino que deje contento a todas las partes.
A efectos prácticos, el trabajo diario en Crans-Montana y los próximos amistosos del Valencia en pretemporada van a ser igual de decisivos para Kang In Lee como para otros compañeros en el stage de Suiza que también están haciendo su particular casting para hacerse un hueco en el primer equipo. Es cierto que al coreano le ha pasado factura, si tenemos en cuenta lo ocurrido la pasada temporada, su carácter con algunos integrantes del vestuario y también con el propio Marcelino, pero todos los trabajadores del club son conscientes de que moldear los egos también forma parte del aprendizaje de los futbolistas llamados a ser especiales dentro del campo y, a su vez, también forma parte del trabajo de los entrenadores el ayudar a conseguirlo. Todos deben remar en la misma dirección, como exigió Peter Lim en el ya famoso cónclave de Singapur. Durante la estadía, Kang In Lee está siendo arropado por compañeros como Gayà o Rodrigo.
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