Layhoon, con la afición a la expectativa y aliada de Ribó

valencia. Dos veces se ha despedido ya Layhoon Chan del valencianismo. La primera cuando Lim la destituyó en 2017 y la segunda hace algunas semanas, cuando vino para apaciguar a los políticos y para descubrir si lo que había dejado aquí Murthy era real o inventado por la prensa y un grupo de radicales. Lim le ha vuelto a dar un cargo que bien conoce y muchos más propósitos en la carpeta de quehaceres. Tan aliada de un Joan Ribó que hoy dice una cosa y mañana otra como lo estaba Anil Murthy, una de las papeletas más difíciles que tiene Layhoon que resolver es la del estadio, un tema que tiene a Meriton contra las cuerdas desde hace muchos meses. Decía este viernes la ejecutiva que es el Ayuntamiento el que debe informar al club de las condiciones del nuevo pacto alcanzado. Total, entre unos y otros, la cuestión del nuevo Mestalla sigue dando que hablar hasta el punto de que el Valencia ha presentado recursos para evitar por todos los medios la caducidad de la ATE. Lo de presentar batalla judicial es algo que ya confesó Murthy y que los expertos preveían.

El problema para Layhoon es que su crédito -personal y de Meriton- ha menguado. Con el 'cadáver' todavía reciente de Murthy, su aparición provocó cierto respiro. Pero conforme vayan pasando los días la presión sobre la presidenta irá incrementándose. Sobre todo si los avances desde el punto de vista popular se ralentizan. La afición está agotada de expresar una y otra vez su cansancio con Meriton, pero eso no impedirá que se vuelva a levantar 'en armas' si Layhoon no cumple con sus cometidos como se espera de ella. Y ya lo dijo ella, viene para reconstruir el Valencia. Fue tan desolador el panorama que dejó Murthy, que por muy mal que lo haga ahora, algo mejorará. Han habido avances, pero como siempre ocurre, si la pelota no entra, peor lo tendrá.