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El Valencia, además de preparar la Junta del próximo 14 de diciembre, también debe decidir la estrategia a seguir en el mercado de invierno que arrancará el 1 de enero. Bueno, en condiciones normales ya debería tenerlo claro pero la dura realidad de la entidad ... controlada por Meriton es que el director deportivo de turno, que ahora mismo es Miguel Ángel Corona, no puede asegurar en público que vaya a disponer de ninguna cantidad hasta que Peter Lim decida, cual emperador romano, si el pulgar de los fichajes va hacia arriba o apunta a tierra. Para ello, la presidenta Layhoon Chan ha aprovechado el parón de la Liga para viajar a Singapur y reunirse con Peter Lim. Otro detalle. Ese encuentro no ha sido una reunión del consejo de administración, puesto que ni siquiera por videoconferencia han participado Javier Solís o el secretario del mismo, Germán Cabrera.
La fotografía económica de la temporada 23-24 es muy clara, tal y como refleja el informe de auditoría de las cuentas que se aprobarán en la Junta por el rodillo accionarial de Lim. El gasto de la actual plantilla del Valencia, entre salarios y amortizaciones, es de 72,5 millones. En septiembre, LaLiga anunció que el límite del Fair Play este curso de la entidad era de 85,5 millones. Por lo tanto, el margen disponible es de 13. Tener margen para fichar no significa que se vaya a hacerlo. A día de hoy, sin ninguna inversión en enero, el club vuelve a presentar pérdidas pese a congelar su gasto hasta bajarlo a 99,77 millones. Con lo cual, por cada inversión que autorice Lim antes del 30 de junio deberá compensarla con un ingreso extra del mismo importe para no aumentar esa factura.
Del viaje a Singapur, Layhoon Chan también tiene que volver a Valencia con la decisión del máximo accionista de la estrategia a seguir con el nuevo Mestalla. La percepción en el Ayuntamiento sigue siendo que el club está dispuesto a cerrar el convenio antes de final de año y que las obras, paradas desde 2009, pudieran reanudarse en el primer semestre de 2024. En el último borrador que entregó el Valencia, en enero de este año y que no fue aprobado por el anterior equipo de gobierno, se fijaba que el estadio tendrá 66.000 localidades ampliables a 70.000, los datos técnicos de la cubierta fotovoltaica o la fachada envolvente y en cuanto a los plazos, lo que plasmó la entidad es que comenzarán las obras seis meses después de tener las nuevas licencias municipales. Si se logra que las máquinas entren antes de junio de 2024, el estadio estaría terminado con plazo suficiente para albergar partidos del Mundial 2030.
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