Layhoon, de la paz social a la inacción con el estadio

La Layhoon de 2022 tiene poco que ver con la de 2014. Sigue sin soltar ni una en castellano pero la experiencia y su cometido esta vez le hacen distanciarse del perfil que ofreció en aquella primera etapa, cuando tenía al valencianismo casi rendido a sus pies. Hasta que oficialmente dejó de ser presidenta (1 de julio de 2017), tuvo 942 días para pilotar una nave que empezaba a perder altura en su vuelo. Con Anil Murthy, Meriton acabó estrellándose convirtiéndose pese al título y la celebración del centenario en el peor presidente de la historia blanquinegra y por lo tanto, todo lo que sea capaz de hacer ahora Layhoon debe ser tomado en clave positiva. Ahora bien, que haya conseguido estabilizar la agitación popular simplemente aplicando la lógica y huyendo del absurdo histrionismo de Murthy no significa que se hayan producido significativos avances en cuestiones verdaderamente sensibles. La del estadio, por ejemplo, parado todavía pese a la palabrerías de unos y de otros (Meriton activó a primeros de septiembre la maquinaria judicial). Al menos se ha renovado a José Luis Gayà, Guillamón y a Mamardashvili, pero quedan por resolver otros frentes como el de Jesús Vázquez, Lato y Diakhaby, entre otros.

Transcurridos estos cien días desde que se hizo público su nombramiento (19.46 horas del 17 de agosto), club y Ayuntamiento siguen todavía responsabilizándose uno a otro del encallamiento del nuevo Mestalla (al menos más en privado que en público), a falta de que los técnicos municipales den salida a un nuevo convenio, propuesta que ayer mismo volvía a poner en tela de juicio el siempre combativo Miguel Zorío. Layhoon mantuvo el 'feeling' con Joan Ribó y suavizó a Ximo Puig, pero con Sandra Gómez aún está por ver qué pasa al final de la película.

Casi coincidiendo con el aniversario del fallecimiento de Jaime Ortí (este jueves se cumplieron cinco años de su adiós), Layhoon ha sido todavía incapaz de dotar al consejo de una sensibilidad valenciana. Desde que se descolgó José Luis Zaragosí y falleció Juan Sol, todo ha sido singapurense, hasta la fugaz presidencia interina de Kalimuddin (llegó a posar en la foto con Samu Castillejo). Meriton, por cierto, va por su cuarto presidente: Salvo, Layhoon, Murthy, Kalimuddin y de nuevo Layhoon.

El problema para la actual dirigente es que la trayectoria deportiva continúa siendo tan incierta como la fórmula para reiniciar las obras de Mestalla. Si cogiéramos el porcentaje de victorias que en las dos etapas de Layhoon ha cosechado el Valencia, ésta se situaría en la vigesimosexta posición del ránking global, ya que de los 143 partidos que se han disputado bajo su mandato ha ganado 59 (41,26%). Es la duodécima dirigente blanquinegra con más partidos oficiales al frente del club, tan sólo cuatro por debajo de Vicente Tormo.

«Soy consciente de que mi regreso es para solucionar problemas», dijo el 8 de julio, cuando todavía ejercía de representante de Meriton y no de dirigente valencianista. Cuando se le preguntó aquella ajetreada tarde (iba a coger el avión apenas un par de horas después) si tenía pensado regresar a la presidencia, ella escurrió el bulto: «Hay un presidente interino», se limitó a decir, quizás consciente de las verdaderas intenciones de Lim.

Sí ha actuado con inteligencia a la hora de reforzar el armazón inferior de la entidad, dándole a los ejecutivos de siempre –los de aquí– un papel hasta ahora desconocido y sepultado por la telaraña asiática, aunque Lim volvió a meter en nómina a Kim Koh.

Ver una cara conocida y que hable al menos castellano tranquiliza siempre a los aficionados. El abogado Javier Solís está ahora más expuesto que nunca al ocupar la primera línea del frente, mientras Layhoon ha preferido manejarse en la retaguardia y eso le ha dado pie a pasar bastantes semanas en Singapur. Antes hacía alguna rápida escapada cuando podía y ahora aprovecha cualquier circunstancia para quedarse allí todos los días que pueda. «El compromiso que ahora tengo establecido con el señor Lim es el de reconstruir el club. Estoy aquí para ello», apuntaba hace casi tres meses. De momento, nadie del club ha explicado las terroríficas cuentas y reconstruir, lo que se dice reconstruir... desde luego el estadio no.