El Levante domina a un apático Valencia

El Levante sacó mejores conclusiones que el Valencia del empate sin goles del derbi de pretemporada en el Antonio Puchades. No sólo por la diferencia de categoría, que también, sino porque fue el equipo que dominó el partido en Paterna. Sin alardes, eso sí, pero teniendo las únicas ocasiones de gol. Si el derbi no acabó con victoria granota fue por las dos paradas de Dimitrievski a Morales en los minutos 50 y 53. Por el equipo de Baraja, lo único parecido a un lanzamiento a puerta fue una prolongación de cabeza de Foulquier, a los 70 minutos, que atrapó sin problemas Andrés Fernández. Ya no tuvo más trabajo. Especialmente preocupante es lo del Valencia, que a menos de tres semanas para que arranque la Liga, en Mestalla, contra el Barcelona aún no sabe lo que es ganar un partido esta pretemporada con sólo un gol anotado en cuatro choques, el que marcó Canós en la derrota contra el PSV. Más allá de eso, que es preocupante, tampoco se está viendo una evolución en el juego en los partidos de preparación, lastrados por esa falta de pólvora.

En el Levante, por contra, las sensaciones son diametralmente opuestas a 18 días de comenzar, frente al Sporting, la temporada en Segunda. Sin conocer la derrota en lo que va de verano y con un empate contra un equipo de Primera, en un derbi que no se disputaba desde el 30 de abril de 2022 en la última temporada de los granotas en Primera. Tras el pitido final, la afición valencianista no escondió su descontento con algunos pitos y cánticos de «¡Dónde están los fichajes!» dirigidos al palco, donde hubo ausencia de Layhoon Chan y de Javier Solís. No tuvieron que sofocarse por el cabreo de la gente.

Ni Guillamón en la primera parte, ni Pepelu (que lució el brazalete de capitán frente a su exequipo) y Javi Guerra en la segunda lograron hilvanar ataques profundos, para desesperación de Marí, Mir y Hugo Duro que apenas tocaron balón en posiciones ofensivas durante las fases del partido que jugaron. La cara de preocupación con la que abandonó el banquillo Baraja fue el mejor reflejo del apático partido que hicieron los suyos. Sí, con mucho calor, pero eso afectó a los dos bandos y el Levante fue el que buscó la victoria con más brío.

El morbo deportivo del derbi estuvo en el palco y en los banquillos. Corona y Miñambres, los directores deportivos de ambos equipos, compartieron zona separados por pocos asientos. Muy cerca de ellos, en el lado visitante del césped, Dani Gómez escuchaba atento las instrucciones de Julián Calero, el que sigue siendo su entrenador. El delantero madrileño es una de las opciones que tiene abiertas el Valencia para reforzar su ataque, lo que abriría las puertas a una cesión de Alberto Marí. Con el que sí que mantuvo un breve encuentro Gómez fue con Gillamón, que lució el brazalete en ausencia de Gayà. Lo que queda claro es que para el Levante la salida del delantero de Alcorcón también es una buena operación. Por prevención, el jugador ha dejado de participar en los partidos de pretemporada. Tras disputar el primero, ya no ha tenido minutos en los siguientes tres. En Paterna, el Levante lo inscribió en la terna de suplentes pero no saltó en ningún momento a calentar. Será uno de los nombres a seguir en el arranque del mes donde se cierra el mercado de fichajes.

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