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Lim deja a Baraja casi con lo puesto

El Valencia cierra un decepcionante mercado con la incorporación del delantero Roman Yaremchuk| A la cesión hasta junio del internacional ucraniano se suma el cambio de Alberto Marí, que pasa a ser jugador de la primera plantilla con el dorsal 22

Sábado, 2 de septiembre 2023, 01:19

«Ya lo explicaremos», decía a media tarde de este viernes Layhoon con esa sonrisa neutra que a veces suele emplear, antes de subirse al ... avión rumbo a Vitoria. Pues va a tener que dar bastantes explicaciones en esa comparecencia pública –aún sin fecha– tanto ella como Miguel Ángel Corona, y por añadidura Javier Solís, artífices a su manera de este escuálido Valencia que le ha tocado tragarse a Rubén Baraja, que se enfrenta al mayúsculo reto de no empeorar esa decimosexta posición que dejó tiritando al valencianismo hace apenas tres meses. El Valencia reinicia desde este sábado su andadura liguera casi con lo puesto, después de un cierre de mercado decepcionante si se tienen en cuenta las necesidades y los deseos blanquinegros. De esa media docena de refuerzos que públicamente pretendía Baraja hace pocas semanas (un central de jerarquía, un mediocentro defensivo, extremos y goleador), pues han llegado únicamente dos, cedidos porque no hay dinero, uno con mucha polivalencia (Amallah) y otro casi a contrarreloj para no caer en depresión. Ese ha sido el delantero internacional ucraniano Roman Yaremchuk (27-11-1995) la única guinda final a un proyecto que ve reducido en número y en nombre –sobre el papel– la plantilla que coqueteó con la Segunda hace bien poco.

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Que el Valencia se desgastara durante varias semanas para quedarse finalmente sin el goleador que pretendía su entrenador (Rafa Mir seguirá en el Sevilla, Alcácer en Emiratos y Santos Borré se va al Werder Bremen) es uno de los puntos que deja en evidencia esos márgenes tan pírricos en los que ha decidido moverse Peter Lim, que aparentemente sigue sin querer vender el club pero que año tras año y con sus particulares decisiones provoca una sustancial pérdida de valor de la plantilla. Hoy por hoy, es Gayà con 30 millones el jugador con más valor de mercado de un grupo que en cuatro años ha visto cómo ha pasado de los 474 millones de 2019 a los 150 actuales. Cada giro de tuerca es un peldaño que se baja en la clasificación. Baraja, entregado pasionalmente al Valencia, es plenamente consciente de a lo que se enfrenta este curso.

Lo intuía ya a mediodía de este viernes, minutos después de que el club hiciera oficial lo de Yaremchuk, un espigado de 1.91 que viene a borrar los fracasos de Cavani y André, y que entre lo que llevamos de esta campaña y la anterior suma un total de 6 goles. Lo curioso fue la postura que públicamente decidió adoptar el entrenador. Ni serio, ni alterado, ni molesto. Casi más relajado que otra cosa, quizás liberado por la tensión de las últimas reuniones en las que casi todo eran malas noticias. Nada que ver, por ejemplo, con el semblante que mostró a primeros de agosto cuando dijo aquello de: «Necesitamos cinco o seis jugadores que complementen la zona de ataque».

Seguramente, esa prudencia dialéctica ha sido la postura que ha decidido adoptar tras aceptar resignado la misma medicina que el máximo accionista aplicó a sus antecesores en el cargo y que parecía que este verano no iba a producirse. «Había una tarea difícil en la confección de la plantilla porque había que limitarla con menos jugadores, que no habían sido importantes y que tenían que salir. Esto creo que lo hemos hecho como positivo. Luego es verdad que el mercado con la dificultad que tiene, la reducción económica del club con el presupuesto te hace más difícil encontrar los jugadores o los perfiles que necesitábamos». Si Baraja va a ser capaz de aguantar ese discurso cuando las cosas se tuerzan de verdad sólo él es capaz de saberlo, pero otros con mucha más influencia en Singapur y también con más experiencia acabaron explotando e incluso arrojando la toalla.

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«Soy optimista por naturaleza y pienso que, si estás trabajando en el mercado, se puede dar esa posibilidad. Si se da, fenomenal; si no, pues entrenaremos con lo que tenemos, que es un grupo que da gusto y por el que me voy a matar para que mejoren su rendimiento». Eso ya lo tiene claro Baraja. Va a tener que exprimir al máximo a un grupo que se queda tan sólo con 22 fichas profesionales por la incorporación a última hora de Alberto Marí (dorsal 22) y que deja libres los dorsales 2 (Thierry se cambió al 12), 11 (de Castillejo) y 24 (Comert).

Es innegable el dato que arroja la balanza de ventas e inversiones. El club ha hecho este verano caja (Mamardashvili se queda pero el 'pelotazo' se pegó con Yunus); se ha quitado de encima –pagando– futbolistas con salarios jugosos y con un rendimiento ruinoso; ha cogido pellizcos por algunos ex (Kang In, Kondogbia, Fran Navarro) y ha abierto de par en par la puerta a canteranos que como Fran Pérez iban a salir cedidos pero con el panorama tan raquítico se les ha terminado renovando.

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El más satisfecho de esta jornada de clausura de mercado veraniego fue sin duda Yaremchuk, que en pocas horas pasó reconocimiento, firmó y se sumó a la expedición a Vitoria: «Estoy feliz de estar aquí, es un club muy grande. Esta es una gran oportunidad para mí y voy a darlo todo. Estoy orgulloso de jugar para el Valencia. Es un club increíble y especialmente viniendo de Ucrania».

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