Lim desmantela el equipo campeón

Comenzó entonces la fase de desinversión. La sostenibilidad que ahora no paran de vociferar. Ha conseguido equilibrar el dinero en fichajes y ventas. El Valencia ha movido mil millones en movimiento de jugadores desde que llegó Meriton. De aquel equipo de Marcelino se fueron haciendo traspasos de aquellos que se le podía sacar un buen pellizco y otros acabaron regalados.

Los que más aliviaron la caja de finanzas del Valencia fueron Guedes y Rodrigo. El luso, aquel que llegó de la mano de Lim al aeropuerto tras comprarlo al PSG, tenía un salario amplísimo y una amortización inasumible. Se marchó al Wolverhamton por 32,5 millones. Mientras, Rodrigo era otro jugador con mercado en Inglaterra y en cuanto llegó una oferta apetecible, la aceptó. En este caso el Leeds United pagó 30 millones y algo más pendiente de una serie de variables.

Noticia relacionada

El enorme enfado de Cañizares tras la marcha de Paulista: «En otros tiempos la gente no iría a Mestalla»

De dos que llegaron al Valencia a otros dos formados en Paterna. Ferran Torres fue el siguiente en el podio de ventas con su traspaso al Manchester City por 23 millones más dos en variables, una cifra que muchos tildaron de exigua para las posibilidades futuras del extremo de Foios. Otro que no acabó bien con la propiedad fue Carlos Soler. Tras muchísimo tiempo negociando una ampliación de contrato, el canterano se cansó y pidió al Valencia que aceptara la oferta del PSG de 18 millones más dos en variables. El club de Mestalla le hizo una oferta a la desesperada que el jugador desestimó.

Y de aquel once, Garay fue de los primeros en abandonar la plantilla después de muchísimo tiempo intentando un nuevo contrato que no llegaba. Acabó contrato en 2020 y ya nunca más volvió a fichar por otro equipo. Parejo, que también perdió afinidad con la propiedad, acabó regalado al Villarreal, donde también acabó Coquelin a cambio de ocho millones. Mientras, Gameiro se fue libre porque el club no quiso ampliarle contrato (en 2020). Dos años después fue Wass el que salió. No estaba contento y Lim aceptó una oferta del Atlético de 2,7 millones a seis meses de acabar contrato.

Ha habido ventas detacables (Soler, Ferran Guedes y Rodrigo) pero también situaciones insólitas como la marcha de uno de los referentes históricos del Valencia, como fue Parejo, sin recibir ni un euro del Villarreal. Fue un regalo en toda regla de Lim por la afinidad que tenía el futbolista con Marcelino, aunque adujeron que fue por su alta ficha. El otro caso sangrante fue el de Kang In. En el momento del título de Copa del Rey estaba todavía en crecimiento, pero cuando se consolidó en el equipo no se apostó por completo por él. En un momento el equipo sobrepasó el cupo de extranjeros y decidió que lo mejor era dejarlo salir. Pero fue gratis. Se marchó al Mallorca y dos años después el conjunto balear recibió 22 millones más unos bonus del poderoso PSG.