El 'Lim Go Home' inspira al Valladolid

Por poner en contexto, en 2018 el Valladolid, tras cuatro años en Segunda, consigue regresar a la elite con un inesperado ascenso vía play-off con Sergio González en el banquillo. Ese verano, la leyenda brasileña Ronaldo Nazário compra el club por 30 millones y promete un proyecto grande a futuro. «Veníamos de un túnel oscuro con Carlos Suárez, una época en la que el club entró en concurso de acreedores y estuvo cerca de desaparecer. Aquí no se pagaba ni a los jugadores, ni la luz, ni las flores a los muertos. Veníamos de estar afianzados veintipico temporadas en Primera a empezar a bajar a Segunda. Vino Ronaldo y todo era ilusión. No hay que avergonzarse por ello, porque necesitábamos un poco de salud, y entendíamos que podía sumar muchísimo su figura para conseguir esa estabilidad. Pero se fue diluyendo como un azucarillo», cuenta Mario Puertas, presidente de la Federación de Peñas del Real Valladolid, que se ha convertido en el principal colectivo opositor a la propiedad. «Aquí venía un mesías. Aunque no tenía experiencia previa de otros clubes, sí sabíamos la imagen y la repercusión de Ronaldo y las posibilidades que nos traía. No en el sentido de que pusiera 40 millones y trajera jugadores, pero sí que consiguiera patrocinios y marcas que aportaran dinero. No es lo mismo que el Valladolid llame a la puerta de un patrocinador a que llame Ronaldo, y esto se veía positivo», añade.

«Se tomaban decisiones que estaban fuera de lugar, como una subida del precio de los abonos bestial. Gracias a las Peñas, al final no los subieron. Pero empezó a entrar gente de fuera en el club, que no sabe cómo funciona el Valladolid, ni es de aquí ni tiene el sentimiento de pertenencia. Era gente de confianza de Ronaldo y con poder de toma de decisiones. Uno de ellos fue el que tuvo la brillante idea de cambiar el escudo, porque decía que había que modernizarlo. Pero no se daba cuenta de que esto no es una marca de galletas, es un club de fútbol», denuncia Puertas, evidenciando que aquel cambio en 2022 fue la gota que colmó el vaso.

«Nos sentimos como que nos tomaban por gilipollas. Les dijimos que la gente no quería, porque tú no puedes acabar con algo tan significativo como el escudo sin consultar a la afición. Les dijimos que hicieran un referéndum. Al final conseguimos que lo hicieran y salió por una amplísima mayoría la vuelta del original», cuenta Puertas, que admite haber tomado inspiración en las protestas valencianistas:«Sí, no pasa nada por decirlo. Si te fijas, la cartelería es muy del tipo del 'Lim Go Home' con el amarillo. Cuando empezó a pasar todo el tema de Ronaldo, la gente aquí se sentía muy identificada con lo del Valencia, porque se veía a un presidente que estaba fuera, que desaparecía y que daba la sensación que había comprado un juguete. Se compartía ese sentimiento con el Valencia».

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Al igual que en Valencia se teme el pelotazo urbanístico de Meriton con el Nou Mestalla, en Valladolid vivieron algo similar. «Ronaldo veía el pelotazo en la Ciudad Deportiva, porque el estadio es del Ayuntamiento, y él queria comprarlo, pero el precio que le pedían era excesivo. Como vallisoletano me parece genial que el Ayuntamiento hiciera eso y no diese su brazo a torcer, Ronaldo quería que se lo regalaran. La sensación es que vino pensando: 'compro esto por 30, me medio regalan el estadio, hago la Ciudad Deportiva nueva y lo vendo por 90'», denuncia Puertas.

En Valladolid tienen casi asumido el descenso esta temporada, pero piden al menos que no se arrastre la imagen del club. «Al final acabaremos en Segunda. Ronaldo ha dicho que quiere y que va a vender, pero no se oye nada. No se sabe si va a seguir dejando morir al equipo, y el mayor miedo que tenemos es que el paso por Segunda sea de un año, pero porque nos vayamos a Primera RFEF y no no volvamos a subir a Primera en 20 años. Por ejemplo, no sabemos cuando volveremos a ir a Mestalla, igual esta es la última vez. Si se va Ronaldo, aquí no hay un Juan Roig y vendrá un grupo inversor extranjero que puede hacer las cosas mejor o peor, pero completamente ajeno a la ciudad y al Valladolid», sentencian las Peñas del Valladolid.