Lim toca fondo y saca de quicio al valencianismo

LAS PROVINCIAS ha pulsado la opinión de algunas de las personas que hoy por hoy envuelven al Valencia. Y no hay ni una sola voz que dé cobertura ni a la forma elegida (la autoentrevista) ni a la mísera pretensión de dejar la plantilla de Baraja bajo mínimos, hasta el punto de asumir con cierta naturalidad que el único objetivo que hay este año, después de haber vendido 38.500 abonos, es el de no bajar a Segunda. Meriton ha conseguido que despierte una afición que ya estaba más que resignada y las consecuencias se palparán el próximo partido del Valencia en Mestalla: sábado 16 contra el Atlético (16.15 horas).

Fede Sagreras, máximo exponente de las peñas, tiene bastante claro cuál es su opinión. «Lo de la permanencia es algo que lo tenía bastante claro. Sentimos indignación por lo que ha pasado en el mercado de fichajes, porque otros equipos sí han sabido manejarse mejor que nosotros. Se hablón en su día de hacer un 'reset' y es verdad, lo han hecho... pero a peor. No entendemos nada de lo que está pasando porque intentan justificar lo injustificable. Vamos en picado».

«No tienen interés en salvaguardar el futuro deportivo del club y no tienen poder de decisión aquí por mucho que se empeñen en maquillarlo. El problema es que nos engañan, nos toman por tontos. Es una falta de respeto al valencianismo. Nos parece fundamental que el Ayuntamiento y las instituciones puedan ver esta entrevista para que vean cómo gestionan el club a espaldas de la sociedad y la ciudad», afirma José Pérez, presidente de Libertad VCF, el movimiento anti Lim más popular por excelencia.

«Somos el equipo que más ha vendido y menos se ha reforzado. Lo que subyace de sus palabras es salvar los muebles, que la casa se cae y no va a entrar ningún obrero. Ellos no tienen ningún interés en la sociedad valenciana. Su único interés son los negocios que mantienen con la pantalla del Valencia», añade.

Miguel Zorío sigue siendo tan combativo como el primer día. No duda en su reflexión y en su petición popular: «Es uno de los días más duros y vergonzosos de la historia del Valencia. Nuestra presidenta ha reconocido que vamos a lugar por no bajar. No se ha atrevido ni a acercarse a los medios porque le da vergüenza. Nos han robado el sentimiento y nos están robando el club. Tenemos que decir basta ya, hacernos oír en Mestalla. Por eso, en el minuto uno de la primera parte contra el Atlético y en el minuto uno de la segunda todo Mestalla debe darse la vuelta hacia al palco, levantar las manos y gritar 'manos arriba, esto es un atraco'».

«Es una desvergüenza y el reconocimiento a que han conseguido cambiar un club centenario en un club de segunda fila. Es una vergüenza para los valencianos, para el pueblo que les ha acogido amparados de manera casi triunfal propiciado por el Patronato de la Fundación, por Amadeo Salvo y por Aurelio Martínez», afirma con contundente Juan Martínez Queralt.

En su opinión y con un mensaje directo a las autoridades (tanto autonómicas como locales en lo que hace referencia al problema con el nuevo estadio), «esto va a tener graves consecuencias y de manera inmediata. Debemos tomar decisiones radicales y llamar la atención del valencianismo pero también de la Administración. Que tomen buena nota, que no hablen del convenio de Mestalla ni del nuevo estadio con esta gente. El Ayuntamiento no tiene nada que hablar con este señor porque la prevaricación está ahí. Las dos administraciones, por respeto a los valencianos, no pueden hablar con Meriton. Tienen que estar muy sensibilizados ante las exigencias. Esto nos hace que sigamos con más fuerza en este proceso de unión que iniciamos en su día».

«Creo que es un error garrafal que desde el club se le haya transmitido a la presidenta decir que el Valencia trabaja para salvar la categoría. Como valencianista, siento vergüenza, estoy avergonzado. En la vida un presidente del Valencia ha hecho esas declaraciones incluso sabiendo que el equipo podía estar pasando por una mala temporada. Esto para la afición, que ha visto jugar finales de Champions y ganar títulos, es un error», confiesa Vallés, siempre muy próximo a las tesis meritonianas en infinidad de asuntos. Para él, «El Valencia nombró un nuevo director de comunicación para darle una nueva imagen al club. Deberían transmitir en una rueda de prensa las inquietudes y los problemas. Esas palabra han sido como si te clavaran un puñal en el corazón. Los 9.126 socios que tenemos en la asociación estamos en contra y muy enfadados».

«Después de una temporada horrible, han vuelto a subir los abonados porque el valencianismo se ha volcado al ver que su escudo y su sentimiento los necesita para apoyar a los chavales. Como yo no tengo 400 millones, los responsables son los que vendieron el club. Los que hicieron todo y salen de rositas, son ellos los culpables», añade el dirigente del pequeño accionista.