Javi Guerra conduce el balón durante un encuentro en San Mamés. AFP

Lim traiciona su discurso y hace caja con los canteranos del Valencia

Javi Guerra es el último talento de la Academia usado por Meriton como herramienta para cuadrar las cuentas

Iván Calatayud

Martes, 6 de agosto 2024, 00:24

Javi Guerra, el canterano que adquirió galones para salvar al Valencia del descenso hace dos temporadas, parece tener las horas contadas en el club. Que se le haya relacionado con la Real Sociedad y el Atlético es una prueba de que Meriton lo ha puesto ... en el mercado. Se sumará a la larga lista de jugadores que traspasaron –o regalaron– a otros equipos durante la última década, en una dinámica contraria a la situación que, según afirmó rotundamente Amadeo Salvo tras oficializar la venta a Peter Lim, iba a vivir el club: «Ya no vamos a tener que vender jugadores. Solo por la cláusula o porque nos interese traspasar a un futbolista, no por necesidad».

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Pero es que además Meriton coreó que el Valencia debía tener la cantera como buque insignia, pero a modo de herramienta para cuadrar las cuentas del club: se trata de futbolistas rentables, ya que de lo ingresado por su traspaso no hay que restar amortización alguna. La primera gran venta de la cantera fue la de Paco Alcácer. El delantero llegaba de establecer su propio récord goleador en la liga –13 tantos– y comenzó a hablarse de su salida al Barcelona. Nada de lo que preocuparse, pues la presidenta Layhoon Chan afirmaba categóricamente en la Convención de Peñas Valencianistas que no querían venderle. En solo dos semanas, a falta de un día para el cierre de mercado, Alcácer vistió de azulgrana a cambio de 30 millones y la cesión de Munir, 'el nou Nou'.

Algo más de dinero supuso la venta de Ferran Torres al Manchester City: 33,5 millones de euros por la promesa española de la banda derecha, que dejó su puesto a merced de un jovencísimo Yunus y de Jason Remeseiro. La directiva valencianista y el jugador no se pusieron de acuerdo para llevar a cabo una renovación y le dejaron marchar por una cantidad inferior a su valor en su último año de contrato, lo que supuso otra contradicción respecto a la supuesta voluntad de mantener a los grandes jugadores en las filas del equipo.

Carlos Soler, uno de los estandartes de la cantera valencianista de los últimos años, también dijo adiós en una situación crítica. Tras perder a una figura como Gonçalo Guedes, Soler salió el último día de mercado a París por 18 millones de euros, suponiendo una alteración de la médula del equipo que la directiva intentó cubrir con la cesión de Ilaix Moriba. Ese año el Valencia se salvó del descenso en la última jornada. Otro desmantelamiento del talento generado por la Academia se tapó con parches.

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Yunus Musah, que debutó de forma precoz con el primer equipo del Valencia, también fue un jugador destacado fruto de un gran trabajo de scouting de la Academia. Tanto es así que el Milan pagó 20 millones de euros por el futbolista de origen inglés, aún viéndose en él carencias propias de la edad e inexperiencia. Ahora es titular en el equipo de San Siro, subcampeón en la última campaña de la Serie A.

Fuera de las listas de grandes ventas del Valencia, por el inexistente rédito económico que sacaron de él, está Kang-In Lee. El surcoreano pasó 10 años en Valencia, curtiéndose y destacando desde las categorías inferiores. Dio la campanada internacionalmente cuando condujo a su selección hasta la final del Mundial sub-20 y ganó el premio a mejor jugador del campeonato. No fue suficiente para evitar que, dos temporadas después, el equipo lo dejase marchar libre al Mallorca entre reproches de la afición. Ahora es una de las estrellas del Paris Saint-Germain bajo la batuta de Luis Enrique donde, además de pelear la titularidad en un disputado centro del campo, llegó a vender más camisetas que el propio Mbappé la pasada campaña.

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La reciente llegada de Rafa Mir supone un movimiento circular ejemplo del proyecto de Lim, en el que se prescinde del jugador en su mejor momento para que años después regrese en calidad de cedido. El Valencia lo vendió cuando tenía 20 años al Wolves por solo 2 millones de euros. Ahora llega después de media temporada sin jugar en un préstamo que ofrece posibilidad de compra a un precio mayor al que pagó el equipo inglés.

Hay también un gran número de jugadores que pasaron por las categorías inferiores del Valencia sin debutar en el primer equipo y acabaron saliendo para ser importantes fuera. Entre ellos destacan algunos como Gonzalo Villar, quien pasó por Elche, Roma, Getafe y Granada, asentándose como pieza clave del centro del campo; Fran Navarro, que acumula un total de 81 goles en toda su carrera; o Pedro Gonçalves, jugador clave del Sporting de Portugal e internacional con la selección lusa.

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Ahora la marcha de Javi Guerra, supondrá un alivio a la economía del club, pero seguirá contradiciendo la política que Peter Lim aseguró que se establecería tras su llegada. Las ventas de las grandes figuras continúan dándose en cuanto surge una oportunidad, aunque no necesariamente se traducen en llegadas de recambios de calidad, y mucho menos de estrellas. Pero es que además ahora esas estrellas son gente de la casa, que en teoría iban a ser el puntal del proyecto. Es habitual optar por cesiones temporales, que dejan al equipo desprovisto de activos de valor una vez la temporada finaliza y los jugadores vuelven a sus clubes de origen. Es el caso de Bryan Gil, Samu Lino o Justin Kluivert, que cumplieron con creces las expectativas pero que, tras finalizarse su vinculación, forzaron al club a buscar nuevos recambios.

El traspaso más caro que ejerció el Valencia en los últimos años es el de Marcos André, por el que pagó al Valladolid 8.5 millones de euros. El delantero brasileño acabó su periplo por la ciudad del Turia con dos goles en su cuenta y volvió al club vallisoletano dos temporadas después por 1.8 millones de euros, una cifra remotamente inferior a la pagada por el equipo de Mestalla.

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Para esta campaña, el club ha incorporado a tres jugadores: uno llega libre –Dimitrievski– y los otros dos –Rafa Mir y Dani Gómez– en calidad de cedidos. Por el camino han quedado nombres como el de Luis Rioja, a quien Peter Lim rechazó por tener una alto salario.

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