De llorar ante el Alavés al interés del Barça

De planificar se trata. El Valencia tiene atado y bien atado a Pepelu con esos cien millones de euros de cláusula y contrato hasta 2028, sin duda uno de los fichajes más acertados de los últimos años, tanto deportiva como económicamente. Pagar cinco millones de euros por un jugador que va camino de pulverizar todos los registros en cuanto a minutos disputados (lleva 35 partidos entre Liga y Copa esta temporada mientras que la pasada con el Levante llegó hasta los 47 y la anterior otros 30) permite al Valencia tomarse un respiro en lo que a la criticada política de fichajes.

Pepelu se ganó la confianza desde el primer momento de Baraja y apartó del once con cierta brutalidad a Hugo Guillamón. Los ha jugado todos y sólo la amenaza de estar con cuatro cartulinas amarillas perturba de alguna manera los registros que puede lograr. Es inevitable pues que a Xavi ni mucho menos le haya pasado desapercibido el rendimiento del valenciano, al que no le tiembla el pulso tampoco desde el punto de penalti (6 goles). El Barça está teóricamente tieso en cuando a las finanzas pero de sobra es conocido que una de las posiciones que tiene que reforzar es la de mediocentro. Candidatos para ocupar el vacío que todavía se palpa desde que se marchó Sergi Busquets hay, suenan en la Ciudad Condal desde Zubimendi (60 millones de cláusula) hasta Joshua Kimmich. Habría que ver en todo caso el grado de atractivo que tiene Pepelu para Deco, porque el de Xavi ya es conocido, hasta el punto de felicitarle por su trayectoria en el mismo túnel de vestuarios de Mestalla cuando el Barça jugó en Valencia. De momento es difícil imaginar una oferta impactante por él del Barça, pero ya se sabe que Joan Laporta, Jorge Mendes y Peter Lim forman un triángulo especial. Y todo eso, porque un balonazo de falta de Pepelu el 17 de junio de 2023 se estrelló en el larguero de la portería del Alavés.