Cenk y Sergio León. EFE

Esto tiene mala pinta

CON LLEGADA ·

La cosa se está poniendo fea, a corto y medio plazo, el resto de equipos suma de vez en cuando

FERNANDO GÓMEZ COLOMER

Domingo, 29 de enero 2023

Pues la cosa se está poniendo fea, al menos a corto y medio plazo. Ligeramente por encima del descenso, el resto de los equipos con los que compartimos actualmente objetivo suman de vez en cuando, o unos u otros lo hacen, y el calendario en ... los próximos seis partidos, difícil, tremendamente incierto y potencialmente desastroso. Ojalá no sea así, pero disputas tres de esos primeros cuatro encuentros fuera de casa, Real Madrid, Girona y Getafe, y por medio, el Athletic Club, de nuevo en casa, esta vez en competición liguera. Y tras jugar en Getafe, viene la Real Sociedad y vamos a Barcelona, al Nou Camp. Mucho hay que mejorar e intentar no entrar definitivamente en dinámica totalmente negativa, esas de las que es improbable salir y en las que todo, pero todo, sale mal.

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El Valencia, sus jugadores y técnico deben preocuparse, esto tiene mala pinta, salvo reversión de rendimiento y resultados, obviamente. También es verdad que el Valencia ha competido muy bien precisamente contra todos estos rivales, teóricamente superiores en estos momentos. Pero ya no deben fiarse ni de esta circunstancia, sólo vale sumar y sumar, y así salir de abajo y alejarse de manera tranquilizadora de esas posiciones peligrosas. También es cierto que si el calendario es de alto nivel ahora, luego mejorará, pero ni aún así. El equipo no juega bien contra los menos fuertes, así que sumar y sumar, contra quien sea y como sea, como decía Aragonés por lo civil o por lo criminal, pero sumar.

En Valladolid los futbolistas entraron bien, su actitud fue la conveniente, incluso fueron superiores al rival, que jugaba en casa y tenía incluso más problemas que nosotros. Primera mitad de ida y vuelta, pero el que tenía oportunidades era el Valencia. Y hay que meterlas, alguna debe ir para adentro. ¿Cuántas veces lo he comentado? Cuando eres superior debes reflejarlo en el marcador, porque mantener esa superioridad durante todo el partido es casi imposible. Y no sucedió, el Valencia no marcó, no sacó diferencia, no sumió al cuadro pucelano, a sus jugadores, en un mar de dudas absoluto, de esos que genera una desconfianza brutal.

Y llegó la segunda mitad, y desde el primer minuto ya se vio otro partido. Ellos convencidos, enrabietados, espoleados por la necesidad. Jugaban en campo contrario, recuperaban muy pronto tras pérdida y no dejaban llegar al Valencia con peligro a su área. Empuje y coraje, hambre, necesidad y obligación, hicieron las cosas bien, asociándose y jugando directo, no renunciaban a nada pero casi siempre encontraban la forma. Mamardashvili el mejor, llegar con el empate al final del encuentro ya era positivo para los nuestros. Pero repito, la dinámica empieza a torcerse y cuando parecía que el partido moriría con el empate, un debutante, Cyle Christopher Larín hizo el que supuso la victoria de los locales. Repito, preocupante.

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Creo en estos casos, y salvo decisiones no de nuestra competencia, los jugadores tienen la última palabra.

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