La rebelión del valencianismo

Tonet Sánchez nació en Requena, reside en Huelva y este viernes con cierto orgullo desplegaba en compañía de Jesús Roig y Pablo Andrada la pancarta de siete metros de largo que encabezará el sábado la manifestación contra Peter Lim: 'Per la dignitat del Valencia', reza el lema y para que no queden dudas se lee por abajo, junto al escudo fundacional: 'Lim go home'. «Es complejo explicar fuera y al que no es de aquí lo que está pasando realmente en el Valencia, pero algo tenemos que hacer para intentar solucionar el tema», confiesa Sánchez en un marcado acento andaluz.

El 11-D, una iniciativa parida desde las entrañas de los colectivos anti-Meriton, aspira a convertirse como apunta Juan Martín Queralt (De Torino a Mestalla) en un «día histórico». Es mucho lo que está en juego este mediodía y así lo afirmaba ayer mismo con contundencia José Pérez (Libertad VCF), uno de los que más fuerza ha hecho por sacar este movimiento adelante: «Debemos pelear por el futuro del Valencia y demostrar con nuestro músculo que tenemos suficientes garantías para sobrevivir».

Miles de aficionados están citados a las 12 horas -media tarde en Singapur- en el Paseo de la Alameda. En apenas 700 metros de recorrido, los que van desde la Piscina de Valencia hasta la puerta de la tribuna de Mestalla en la avenida de Suecia, pasando antes por la calle Armando Palacio Valdés y Mícer Mascó, debe concentrarse el sentimiento de repulsa hacia las maneras en las que se ha manejado Meriton hasta el punto de levantar a buena parte de la afición en contra. No es la primera vez que el valencianismo se manifiesta contra Peter Lim pero sí es la de hoy una ocasión diferente al resto, tanto por número como por impacto social y seguramente mediático. La lectura del manifiesto pondrá punto y seguido, puesto que nadie duda de que por la tarde en Mestalla habrá cierta continuidad, ya sea durante el transcurso del juego como en el famoso minuto 19. Otra cosa bien distinta será si la televisión que ofrece las imágenes del partido, al dictado de LaLiga, recoge la protesta.

No será desde luego esta pancarta, la de la cabeza de la marcha, la única que se paseará por las calles. Los colectivos convocantes, entre los que no se encuentra la Asociación del Pequeño Accionista -claramente favorable a Meriton-, llevarán también la suya propia (peñas como Campanar, Puçol, etc...). Como por ejemplo la de Colla Blanquinegra, que recoge una frase de Rafa Lahuerta: 'Al Valencia venim a servir i no a servir-nos-en».

Conforme han ido pasando los días, lo que se gestó en una tarde de charla en una cafetería ha ido cogiendo cuerpo, implicando también algunas caras conocidas. Políticos pocos. No tantos como desde luego hubieran deseado y esa fue una de las consignas que se propusieron conquistar. Joan Ribó habló ya en la anterior manifestación, la de mayo (5.000 personas) y concretó que debía servir como «toque de atención». Está visto que el deseo del alcalde ha quedado en nada, como también el propio mensaje que dio el consejo de administración entonces, que dijo que tomarían nota y se aplicarían para solucionarlo. Lejos de mejorar, el clima social se ha vuelto mucho más enrevesado que entonces hasta explotar de manera definitiva cuando se conocieron las cuentas y la maniobra de ampliación de capital prevista por Meriton. A cinco días para la junta de accionistas, Meriton tiene al pueblo en su contra.

«Tenemos que dar un paso adelante y estar ahí. Es un momento histórico, uno de los más importantes en los más de cien años de historia de la entidad. La dignidad es un aspecto fundamental en la vida y tenemos que reivindicarla por nosotros, por nuestros hijos y por nuestros antepasados. Se están burlando de nosotros pero no debemos caer en la provocación», explica Jesús Roig.

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