Botubot, segundo por la izquierda en la fila superior, en un equipo titular del Valencia. emilio viña

Manolo Botubot, un fichaje a mitad de temporada

El túnel del tiempo ·

El gaditano llegó a Mestalla en enero de 1977, en un curso que no logró cumplir las expectativas de una plantilla donde los refuerzos de Kempes, Diarte, Carrete o Castellanos despertaron la ilusión

Sábado, 29 de abril 2023, 01:02

Manolo Botubot fue el último en llegar a un Valencia rutilante que se perfilaba como el máximo aspirante a la gloria. Con la Liga en marcha, iniciada la segunda vuelta de la temporada 76-77, aterrizó en Mestalla un defensa central con una planta imponente ... al que se auguraba un gran futuro. Pasieguito le echó el lazo advertido por la progresión meteórica de un jugador que militaba en segunda con el Cádiz y que había tomado el relevo de Migueli, otro zaguero curtido en el conjunto del Ramón de Carranza que se había convertido en un baluarte del Barça. Por la 'Tacita de Plata' se decía que Botubot era más completo y la entidad valencianista no desaprovechó la oportunidad de hacerse con sus servicios.

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Unos meses antes, en el verano de 1976, el Valencia había revolucionado el fútbol español con una voraz política de fichajes. No había día sin una noticia impactante. Interés por Bonhof, Platini…Los medios de comunicación de ámbito nacional no perdieron la ocasión de bautizar a los de Mestalla como «el equipo millonario». Un tópico más para la colección. De entre todas las contrataciones efectuadas, la más llamativa fue la de 'Lobo' Diarte, procedente del Real Zaragoza por 60 millones de pesetas, cifra récord en ese momento. Además del ariete paraguayo, aterrizaron otros nombres destacados como Castellanos, Carrete, Juan Carlos y Kempes, el penúltimo en llegar. Aquella operación de profunda renovación de la plantilla se completó con la contratación de Botubot, que no tuvo tanto eco mediático, sobre todo porque los avatares de la competición tenían prioridad.

Botubot había compartido vestuario con dos grandes referentes del Valencia en aquella época: el defensa Barrachina y el delantero Quino. Cruce de trayectorias, dos jugadores en el ocaso de sus carreras junto a un diamante en bruto que despuntaba. El gaditano abandonó el Cádiz en los primeros días de 1977, su último partido de amarillo lo disputó el 2 de enero, victoria en casa por 3-0 ante el Getafe. Esa misma noche, el Valencia cerraba la jornada de primera división en el único partido televisado con un empate, 2-2, ante el Real Zaragoza en La Romareda que le situaba tercero en la tabla a tan sólo 2 puntos del líder, el Atlético, que la semana siguiente visitaba Mestalla para cerrar la primera vuelta. La lucha por el título estaba en plena efervescencia y los valencianistas, con su célebre delantera: Rep, Diarte y Kempes, estaban preparados para el asalto.

Sin embargo, las expectativas se vieron defraudadas. Salvo una meritoria victoria como locales ante la Real Sociedad, dejaron escapar puntos vitales. En ese contexto poco propicio se produjo el debut oficial de Botubot. En un principio, cerrada la operación, se hablaba de que el jugador seguiría en Cádiz, club que luchaba por subir por vez primera a la máxima categoría, hasta el final del curso. Sin embargo, el Valencia le reclamó de inmediato para debutar contra el Espanyol en Sarrià, otra vez el último partido de la jornada, que se podía seguir a través de la pequeña pantalla. En la primera vuelta, los periquitos habían sido vapuleados por 4-1, con una exhibición de Diarte y Kempes que se repartieron los goles a pares y con Adorno en el papel de magistral director de juego. Esta vez, los catalanes, muy superiores, devolvieron la moneda y vencieron por 3-0.

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En el descanso, con derrota mínima en el marcador, Botubot reemplazó a Jesús Martínez. La derrota alejaba a los valencianistas de la cabeza de la tabla en una jornada en la que sus competidores por el liderato habían empatado, el Atlético en El Helmántico y el Barcelona en el Bernabéu. Su presentación en Mestalla se produjo casi un mes después, ante la UD Las Palmas, otra mala tarde contra un rival que ganó en tres visitas consecutivas cuando hasta entonces nunca lo había conseguido. Botubot formó como titular en el eje de la zaga con Carrete y Cerveró en las bandas. Los canarios se impusieron 1-2.

Los malos resultados provocaron el relevo en el banquillo. Mestre, con el asesoramiento de Pasieguito, se hizo cargo del equipo hasta el final de la campaña. Botubot vivió su primera victoria como valencianista el 1 de mayo de 1977, en una tarde memorable, con la goleada por 4-0 al Sevilla. Los goles se los repartieron Rep y Kempes a pares. El argentino provocó el delirio con un golazo. La grada se pobló de pañuelos y de ese instante mágico queda la imagen eterna de Kempes celebrando el tanto con los brazos abiertos. Botubot ya supo dónde estaba.

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