C. V.
VALENCIA.
Martes, 28 de agosto 2018, 00:42
Si el Valencia de la primera parte de Cornellà parecía estar capacitado para ganar o cuanto menos empatar al Espanyol, desde luego el Valencia de la segunda parte dio sobradas muestras de no tener argumentos ni para clasificarse para la Europa League esta temporada. Esa bipolaridad sospechosa ha puesto en guardia al cuerpo técnico, que ve cómo se le desmontan todos los planes iniciales que tenía previstos.
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El problema defensivo es una de las cuestiones que quitan el sueño a Marcelino. El Valencia lleva 3 goles en contra en dos partidos. Por decirlo gráficamente, el equipo camina justo en el sentido opuesto al que quería el entrenador, insatisfecho en junio pasado cuando el Valencia 2017-18 terminó la competición con 38 goles en contra, a una media de un tanto por jornada. Una de las reflexiones que admitía este verano el propio técnico es que el equipo encajó el año pasado un gol cada 3,9 disparos, en función de las 113 paradas que se contabilizaron por las intervenciones que tuvieron tanto Neto como Jaume.
Ahora y aunque el margen de tiempo es escaso por esas dos únicas jornadas disputadas, la estadísitica es más sonrojante: 3 goles en 180 minutos, una media de 1,5 por encuentro. Marcelino reconocía hace algunos días que entre sus pretensiones estaba el reducir hasta los 30, los goles encajados al final del campeonato. Desde luego, a este ritmo no lo conseguirá ni de lejos.
El problema no sólo fue que el domingo el Espanyol hiciera 9 remates a puerta -otro al palo- de los cuales acabaran dentro de la portería 2, el inconveniente si acaso de más calado para el Valencia es la sensación de que no estaban las cosas claras en cuanto al concepto defensivo pero a nivel general. Paulista acabó contagiándose de las dudas de Diakhaby, mientras Piccini daba una nota bastante baja.
Aunque el dato no es del todo significativo, da la casualidad que tanto en el partido contra el Atlético como el de Cornellà frente al Espanyol, el Valencia consiguió superar al rival en cuanto a porcentaje de posesión. El día del choque ante los rojiblancos se registró un 53% de manejo valencianista (47% el rival); mientras que este domingo pasado el porcentaje del equipo de Marcelino alcanzó el 52%. La escasa diferencia indica que no fue un dominio abrumador pero sí que tuvo el balón durante algo más de tiempo. Otra cosa es la efectividad.
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El Valencia sucumbió por primera vez por dos goles de diferencia a domicilio desde la llegada al equipo de Marcelino. Por eso se ha encendido la alerta.
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