Cinco minutos antes de que empezase la presentación oficial de Albert Celades como nuevo técnico del Valencia CF, su antecesor acudía a Paterna. Marcelino García Toral ha aparecido en la ciudad deportiva vestido ya de calle. Lo ha hecho al lado de su segundo, Rubén Uría. Ambos han entrado al edificio principal de la ciudad deportiva, su hogar durante los dos últimos años. Minutos antes ha aparecido Mateo Alemany. El, de momento, director general del Valencia y máximo valedor del preparador asturiano no ha querido faltar en un momento tan trascendental en la vida profesional de Marcelino como este.
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La barrera de la entrada a la ciudad deportiva ha sido un constante subir y bajar durante toda la tarde. Antes de las 16 horas han abandonado la ciudad deportiva Sergio García, hijo de Marcelino, y Rubén Uría. Ambos introducían barullos en el maletero del coche en la que será su última jornada en Paterna aunque han vuelto a media tarde para decir adiós a la plantilla que tiene previsto entrenar a las 19 horas.
Más información de la destitución de Marcelino
El único consejero valenciano del club en la actualidad, Juan Cruz Sol ha sido el primero en aparecer después de comer. El reloj marcaba las 16:30 horas. Minutos más tarde, a toda velocidad y con cara de muy pocos amigos ha aparecido José Luis Gayà, poco después ha hecho lo propio Uría. El siguiente en aparecer ha sido Gabriel Paulista.
Cristiano Piccini continúa cumpliendo con su plan de recuperación establecido. Aunque todavía le queda mucho al italiano para volver a jugar, esta semana ha empezado a hacer trabajo específico en la ciudad deportiva para recuperarse de la rotura de rótula que se produjo durante una sesión preparatoria el pasado 28 de agosto.
Un poco más se ha tenido que esperar para ver la llegada de Rodrigo Moreno. El protagonista del culebrón valencianista del verano también se ha mostrado serio. Precisamente, ha sido en todo lo relacionado a la posible marcha del ariete y su supuesto sustituto, en el que Marcelino ha pronunciado su discurso más crítico con la propiedad. El asturiano, ya exentrenador del Valencia, ha lamentado públicamente desde los tiempos en los que se trabajó en la salida del delantero hispano-brasileño y la falta de información al respecto. Llegó a decir el técnico que si Rodrigo dejaba de ser futbolista blanquinegro, el objetivo Champions tenía que replantearse. Esta situación se unió a la negativa por parte del máximo accionista del club de Mestalla a aceptar la llegada de Rafinha tanto fichado como cedido. En su última comparecencia, a 24 horas del cierre de mercado, Marcelino lo tenía claro: «Da igual lo que yo pida».
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