Marcelino pide calma a Zaza en el entrenamiento

Simone Zaza está dispuesto a ser la mayor amenaza ante el Barcelona. Después de descansar ante el Espanyol y quedarse sin anotar ante el Leganés, el italiano quiere retomar su idilio con el gol.

Su principal rival será su propia rodilla. Una vez más. En la vuelta al trabajo en Paterna después de la victoria en Cornellà, el atacante se resintió hasta en al menos dos ocasiones de la rotura parcial en su menisco externo, pero no se retiró. Después de cojear y conversar con los doctores, volvió a pelear cada balón, incluso se quedó una vez finalizado el entrenamiento afinando puntería junto a Rubén Vezo con Jaume Doménech bajo palos.

Con tanta intensidad y fuerza golpeó el italiano que mientras estiraba se vio cómo Marcelino García Toral le hacía un gesto con la mano dando a entender que frenara o bajara el ritmo.