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La ciudad deportiva de Paterna está prácticamente en silencio y sólo se escuchan los gritos de Marcelino García Toral. Al técnico no le afectan los diez meses que el equipo acumula desde el arranque de la pretemporada, mantiene el ritmo y la energía. Y es ahora, cuando quedan dos partidos convertidos en finales, cuando aprieta más que nunca en busca de la máxima concentración de sus futbolistas. Dentro de una sesión muy exigente, sin sitio para los despistes, sobresale la importancia que Marcelino concede a la eficacia de cara a portería. El gran debe del Valencia en el primer tercio de competición, solucionado -en parte- en esta recta final de curso pero que continúa siendo una de las principales preocupaciones del técnico.
«Goles, goles, goles», repetía Marcelino en bucle. Entremezclaba la palabra con mensajes de ánimo, especialmente dirigidos a Rodrigo Moreno. «No podemos fallar ahí», le pedía el asturiano a uno de sus futbolistas de cabecera. En los últimos encuentros ha emergido la figura de Santi Mina y Guedes también mejoró sus registros goleadores, pero Marcelino es consciente de que un titularísimo como Rodrigo debe dar un paso al frente tanto en Valladolid como en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona.
El Valencia ha alcanzado la última jornada de Liga dependiendo de sí mismo pero falta rematar la faena ante un equipo que ha encajado mucho (49 goles) pero tampoco está entre los peores de la competición en esta estadística, puesto que hasta ocho equipos suman más tantos en contra. Un Valladolid, por cierto, que ayer regresó al trabajo después de tres días de fiesta celebrando la permanencia. El conjunto de Sergio González fue recibido en el entrenamiento por decenas de seguidores y jugará contra el Valencia sin presión pero queriendo dar una última alegría a su afición.
En Paterna, más allá de la exigencia de Marcelino a sus delanteros, destacaron las frases para Diakhaby, principal opción para cubrir la baja de Garay. «No podemos fallar ese pase a cinco metros, Diakha», le espetaba el asturiano. En la penúltima sesión antes de viajar a Valladolid, por cierto, repitió presencia Pako Ayestarán. El expreparador físico y exentrenador del Valencia ha pasado dos días por la ciudad deportiva, donde charló con Marcelino y estuvo a pie de campo siguiendo las evoluciones de una plantilla en la que conoce muy bien a algunos de sus integrantes.
Respecto a la salud del grupo, destaca la mejoría experimentada por Kondogbia, con posibilidades de entrar hoy en la convocatoria para Pucela, donde puede tener unos minutos si el partido va bien. Rodrigo también se ejercitó sin problemas pese al golpe recibido en el pie durante el encuentro ante el Alavés mientras que Garay sigue el plan para llegar a tiempo a la final del 25 de mayo. El argentino acumula tres días de trabajo al margen del grupo con el objetivo de dejar atrás los problemas musculares y estar contra el Barça. Un partido en el que si no ocurre nada raro empezará con Parejo en el once, como el de mañana ante el Valladolid.
«Jugar la Champions era uno de los objetivos de principio de temporada, hemos hecho una gran segunda vuelta y después de cómo se ha dado el año, creo todos hubiésemos firmado llegar a la última jornada dependiendo de nosotros», explicó el capitán, que calificó de «indispensable» para el club repetir en Liga de Campeones. «A nivel de ingresos no tiene nada que ver por el nivel de los equipos. Solo escuchar su himno se te ponen los pelos de punta. Afrontamos el partido de Valladolid como una final, tenemos que estar en Champions», concretó Parejo.
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